La Vanguardia

Los clanes se disputan la Mina a tiros

El golpe policial sufrido por Los Manolos en junio ha reforzado el papel de otras familias

- MAYKA NAVARRO

Aunque pueda parecer contradict­orio no lo es. En el mismo escenario complejo de la Mina, en Sant Adrià de Besos, reina una calma recuperada en las calles y plazas que de tanto en tanto se altera por disparos protagoniz­ados por familias de la droga que se disputan el control territoria­l tras la pérdida de poder del temido clan de Los Manolos.

Una y otra realidad son compatible­s. El trabajo ingente de los Mossos de investigac­ión y de seguridad ciudadana de la modesta comisaría que hay enclavada en el corazón del barrio ha logrado recuperar el control de un espacio público en el que, pese a todo, reina la calma.

“La Mina es la Mina”, advierte como si estuviera descubrien­do la sopa de ajos un responsabl­e policial. Pero no le falta razón. Recuperar el control del espacio público, con la ayuda de las patrullas de la Guardia Urbana de Sant Adrià, quiere decir en ese barrio que las familias dedicadas al narcotráfi­co vuelven a ser consciente­s de que dejan de tener la impunidad de la que disfrutaro­n los tiempos no tan lejanos en los que el barrio estuvo policialme­nte abandonado y forzó al alcalde Joan Callau a exigir ayuda y a gritar un sonoro “basta ya”.

Para entender la Mina de hoy hay que viajar primero seis meses atrás cuando la División de Investigac­ión Criminal (DIC) de los Mossos d’esquadra explotó la operación Veta, una investigac­ión de casi un año en la que lograron acreditar organizaci­ón criminal, extorsione­s, amenazas, posesión de armas de fuego y tráfico de drogas a una treintena de integrante­s del clan de

Los Manolos. Seis meses después, seis de los arrestados permanecen en prisión, entre ellos uno de los dos cabecillas y algunos de los familiares más próximos, hijos o sobrinos, que armados hasta los dientes se encargaban de amedrentar a sus rivales y provocar el miedo en el barrio. Un terror dirigido principalm­ente a otros delincuent­es pero que repercute directamen­te en las familias honradas que se resisten a abandonar unas calles en las que nacieron y en las que, pese a las circunstan­cias adversas, las viven con dignidad.

El golpe policial de la DIC fue importante no tanto por las cifras de la droga confiscada, sino por la informació­n que reveló. La operación Veta constató cómo Los Manolos habían realizado en los dos últimos años un proceso de reconversi­ón del tráfico de heroína y cocaína a la maldita marihuana que con muchos menos riesgos legales y judiciales, ni necesidad de participac­ión de terceros, les reportaba unos beneficios que en su caso alcanzaban los 200.000 euros cada trimestre.

Ningún consumidor se complica la vida acudiendo a la Mina a comprar marihuana. A ese barrio acuden toxicómano­s enganchado­s a la heroína o a la cocaína fumada o in

CONTROL DEL ESPACIO PÚBLICO Pese a las rivalidade­s entre delincuent­es, los Mossos tutelan la calma recuperada en las calles

MUCHÍSIMA PRESIÓN POLICIAL Los traficante­s han perdido la impunidad de la que gozaron con el barrio descontrol­ado

yectada, pero cada vez más es la hoja verde la que ocupa más metros cuadrados de viviendas de los bloques de Venus, Marte, Saturno… esa galaxia particular que configura el icónico barrio de Sant Adrià de Besòs.

El golpe a Los Manolos no los mató, pero les dejó sin capacidad para seguir implantand­o el terror. Durante demasiado tiempo solo ellos decidían quien podía plantar, vender, entrar o salir del que considerab­an su territorio. Y lo hacían armados y con capacidad de disparar. Con esos matones entre rejas, otros clanes de poca monta, incluso teloneros (ladrones de camiones estacionad­os en áreas de servicio) aprovechar­on la tregua forzada para pasarse al cultivo de la marihuana. Y todo el que tiene una plantación necesita un vigilante y este un arma para proteger las plantas o el dinero. Unas armas que, por el momento, se cargan, apuntan y disparan en los enfrentami­entos entre bandas rivales, pero que desde los Mossos se advierte de que no se puede permitir. “No nos vale el argumento de que los tiros son entre ellos”, advierte un subinspect­or de la DIC.

Los últimos episodios a tiros sucedieron el fin de semana del 12 y 13 de diciembre. Tres tiroteos entre el viernes y el domingo. Tres incidentes que podrían estar relacionad­os y que tienen en el intento de robo de una plantación la chispa que provocó el conflicto. Para esos tres incidentes en un escenario de escasos metros cuadrados en la frontera de Barcelona y Sant Adrià se ha abierto una investigac­ión policial conjunta que afecta a los dos municipios vecinos.

En cualquier caso esa realidad peligrosa que se esconde tras las paredes de los pisos ocupados por delincuent­es no puede minimizar la importanci­a de esa otra nueva normalidad que desde hace unos meses se disfruta en las calles y las plazas de la Mina tras el trabajo contundent­e de los Mossos de paisano. “No hay semana que no se haga una entrada en un piso con polvo (cocaína o heroína) o una plantación. Y una semana tras otra, pico y pala, pico y pala, el resultado es que por primera vez en mucho tiempo sentimos que de nuevo estamos avanzando”, indican las mismas fuentes policiales. Un trabajo, añaden, imposible sin contar con la complicida­d y el compromiso que actualment­e dispensan los fiscales y todos los juzgados de instrucció­n de Badalona, dispuestos a arrimar el hombro en la lucha por recuperar el barrio. Aquí va un ejemplo que ayudará a entender hasta qué punto se está dando la vuelta, poco a poco, a la situación. En el último mes una familia dedicada a la droga, delincuent­es de poca monta afincados en el barrio toda la vida, ha recogido sus bártulos y se ha mudado a otra localidad. ¿Por qué? El acoso incesante de los policías de paisano ha logrado que el riesgo que asumen deje de ser rentable.

OPERACIÓN VETA

Seis de Los Manolos más peligrosos siguen en prisión medio año después de su arresto

IMPLICACIÓ­N DE LA JUSTICIA Los Mossos cuentan con la complicida­d de los juzgados de Badalona en su labor

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 ?? JORDI ROVIRALTA ?? Un espacio reñido. Tras la desarticul­ación del clan de Los Manolos, los Mossos intentan mantener la calma en las calles del barrio
JORDI ROVIRALTA Un espacio reñido. Tras la desarticul­ación del clan de Los Manolos, los Mossos intentan mantener la calma en las calles del barrio
 ?? MOSSOS D'ESQUADRA / ARCHIVO ?? Arsenal con armas de fuego, munición y armas blancas confiscado al clan de Los Manolos el pasado junio
MOSSOS D'ESQUADRA / ARCHIVO Arsenal con armas de fuego, munición y armas blancas confiscado al clan de Los Manolos el pasado junio
 ?? MOSSOS D'ESQUADRA ?? Plantación del clan de Los Manolos en el interior de un piso del barrio de la Mina
MOSSOS D'ESQUADRA Plantación del clan de Los Manolos en el interior de un piso del barrio de la Mina
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CÉSAR RANGEL/ ARCHIVO Un mosso de Sant Adrià inspeccion­a si un toxicómano guarda droga, antes de la pandemia

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