La vida después de Trump
Sobre todo en Estados Unidos, pero también en el resto del mundo, periodistas y tertulianos se preguntan cómo encarar el trabajo a partir del momento en que Donald Trump deje la presidencia del país, este inminente enero. Trump ha sido un personaje que mucha gente se tomó en broma en el 2015, cuando anunció que se presentaba a las elecciones. ¿Cómo va a ser presidente ese hombre?, se preguntaban los incrédulos. Pero, como a menudo pasa con los optimistas, chocaron de morros con la realidad: Trump se convirtió en presidente.
Margaret Sullivan es una periodista americana que escribe en The Washington Post. Antes fue vicepresidenta y directora editorial de The Buffalo News, de donde pasó a The New York Times, que valoraba su capacidad de imbricar la edición en papel con las nuevas plataformas. Estuvo hasta el 2015 y de allí pasó al Post como columnista especializada en medios de comunicación.
Sullivan publica ahora una columna donde analiza brillantemente la situación actual. Se titula “Periodistas, es la hora de superar el mono de Trump”. Explica que, una vez Trump escogido, los medios se obsesionaron con él. Fue una relación tumultuosa, porque Trump los insultaba día tras día, pero ellos no podían dejar de prestarle atención minuto a minuto. “¿Qué nuevo insulto ha dicho? ¿Qué nueva política intolerable? ¿Qué nueva amenaza a la democracia?”. Fue paradójico, porque a la vez que los vilipendiaba les facilitaba la tarea. Los índices de audiencia de las teles llegaron a cotas nunca vistas y las suscripciones a los diarios se dispararon. Menciona un monólogo de la humorista Michelle Wolf dirigido al gremio: “Actuáis como si lo odiarais, pero creo que en realidad lo adoráis. Vosotros habéis ayudado a crear al monstruo, y ahora os aprovecháis”.
Dejar atrás el síndrome de abstinencia no será fácil, porque Joe Biden no sale de las líneas marcadas, y pocas veces ataca. (Trump dice que es “el ser humano más aburrido que he visto nunca”. ) Como todos los monos costará dejarlo atrás, pero no les queda otra posibilidad. Salvando distancias y circunstancias, me trae a la mente la paráfrasis que Manuel Vázquez Montalbán hizo de aquella frase que los franquistas enarbolaban durante los años ochenta: “Con Franco vivíamos mejor”. Vázquez Montalbán la convirtió en “Contra Franco vivíamos mejor”, que resumía perfectamente el desconcierto de buena parte de la ciudadanía, enfrentada de golpe a dirimir disputas internas que, para mantener la unidad, el papón del dictador permitía dejar para más tarde.
Con Donald Trump, la audiencia de las teles y las suscripciones a los diarios se dispararon