Operación Blanquear el 2020
Ahora resulta que a dos días de enviar a tomar por saco el 2020 hemos decidido ponernos estupendos y encontrarle cosas buenas. No hay nada bueno en una pandemia digan todo lo que digan los manuales de autoayuda inconscientes en los que nos estamos sumergiendo, lo único que puede tener de positivo es que se acabe cuanto antes, y en eso estamos, así que de blanquear este año maldito nada: hemos aprendido lo que ya sabíamos, que somos una especie muy espabilada y que con tal de seguir fastidiando al planeta haremos lo posible por sobrevivir, como grupo y como individuos, lo llevamos en los genes y contra eso no hay nada, si acaso un meteorito y seguro que en el último momento se desvía.
Pues lo siento, pero aquí no van a encontrar ningún optimismo sobrevenido, ni consuelo positivista ni buenrollismo. Las hemos pasado y las estamos pasando canutas, y porque estos días le estemos viendo al lobo además de las orejas la trampa que le hemos tendido para que caiga, repito que no porque veamos el fin más cerca querrá decir que esto, es decir, la pesadilla real que han sido todos estos meses aún eternos haya servido para algo. ¿Nos sentimos mejores personas? Pues me alegro, pero no lo creo: los que ya lo eran han seguido siéndolo, desviviéndose por los demás y ahí tienen no solo a los sanitarios sino a los limpiadores o cajeras, y los que ya iban a su bola también lo han hecho en esta ocasión y lo seguirán haciendo, vamos a esperar que se vacunen otros, si se ponen verdes o o azules eso que nos evitamos, si resulta que funciona corramos a pedirla para nosotros y a criticar si tarda en llegar.
Alguien tiene que hacer de aguafiestas y me encanta ese papel. No, no es ser negativa, todo lo contrario, para cambiar las cosas hay que saber cómo funcionan realmente, y así la próxima pandemia, que esperemos tarde un par de siglos en llegar o no lo haga, no nos pillará sin mascarillas o guantes, a merced de falsificaciones –¿cuántos desalmados se han hecho ricos o más ricos vendiendo algo peor que humo?– o vecinos que los necesitan igual.
Si todo va según lo previsto, en unos meses, todavía bastantes, pero en un tiempo que ya podemos oler podremos volver a nuestra vida de antes, o casi. Habrá que coger todas las predicciones de cambios de tendencias y prospecciones que se han hecho en este tiempo y ver cuántas realmente se cumplen. Aventuro a decir que no serán tantas, porque sea el 2020 o el 2021, vamos para bingo.
Ahora que vemos un posible final a la pesadilla encontramos cosas positivas