El Govern renuncia a apretar con más restricciones y confía en la población
Catalunya suma 2.000 nuevos casos diarios y crecen las hospitalizaciones
El Govern renunció ayer a restringir la movilidad y los horarios nocturnos ante el aumento de casos. “El crecimiento está siendo más lento y es suficiente con las medidas adoptadas en vigor desde la semana pasada”, afirmó la consellera de Salut Alba Vergés. “Ir más allá sería prohibirlo todo”.
Aunque los datos de ayer no incluyen el impacto de las comidas y encuentros navideños, la epidemia que empezó a dispararse tras el puente de la Purísima y que generó una gran alarma en el Govern la semana anterior, ha frenado el ritmo. “Pero sigue creciendo. Si tras el puente la velocidad de propagación pasó de estar por debajo de 1 a 1,5, lo que suponía que cada 100 infectados contagiaban a 150 nuevos cada día, en la última semana estamos de media en 1,1: 110 por cada 100”, explica Clara Prats, directora del grupo de investigación Biocomsc de la Politécnica (UPC). “Tenemos 2.000 casos diarios y eso es muchísimo, nos pone en una situación muy grave, pero ha frenado el ritmo de crecimiento, y eso es bueno”.
La comisaria Isabel Ferrer, directora de Protección Civil, dejó clara su preocupación por este momento delicado, con un crecimiento progresivo de los nuevos casos y de la presión asistencial. Ayer había 1.736 personas hospitalizadas, 72 más que el día anterior, y 337 en la uci. Añadió también su preocupación por el aumento de la relación entre personas estos días, por el mayor optimismo ante el comienzo de la vacunación y por las ganas de que esto se acabe “y que todo ello nos lleve a confundirnos. Para Protección Civil, lo imprescindible es cuidar de las personas solas y vulnerables. Fuera de eso no se debe realizar ningún desplazamiento. Solo el imprescindible”. Pero las medidas vigentes no dicen exactamente eso, ya que hay numerosas excepciones, más allá de ese cuidado de alguien solo o vulnerable, excepciones que amparan desplazamientos por toda Catalunya.
Tanto ella como el conseller de Interior Miquel Sàmper advirtieron de lo peligroso que será la noche de Fin de Año, una celebración más verbenera que familiar y que puede suponer para muchos ciudadanos exponerse a situaciones mucho más difíciles de controlar.
Sàmper recordó que si en una casa rural se concentran más personas de las permitidas (hasta 10) o de más de dos burbujas, como dicen las medidas en vigor, no habrá nadie cerca para impedirlo. Que Interior cuenta con 27.000 efectivos entre Mossos y policía local para todo, y la población suma 7,5 millones. Y cargó sobre Salut y los criterios sanitarios la decisión del Procicat de ayer de no endurecer medidas.
Lo cierto es que la mayoría de comunidades autónomas que están peor que Catalunya, como Balears, Madrid o Comunitat Valenciana, igual que en países próximos con la epidemia también al alza, las medidas no son más restrictivas. Y esa constancia tiene su peso.
Los hospitales esta semana van un poco justos de personal por los descansos navideños. Pero ven con angustia el aumento de nuevos casos en sus servicios de urgencias y el incremento paulatino de nuevos hospitalizados, mientras las ucis siguen con más de un 30% de plazas ocupadas solo por esta enfermedad. La preocupación se debe no solo por lo que vendrá cuando se pueda medir la
Navidad en la curva epidémica y empiecen a suspender intervenciones y atención a otras enfermedades, sino por que si el aumento se adelanta les va a pillar escasos de personal y con camas cerradas.
La consecuencia de los encuentros de la Navidad y el Fin de Año será visible al llegar los Reyes. “Nos ha ido bien por Navidad y Sant Esteve”, apuntó Vergés a tenor de la disminución de la movilidad en las carreteras esos días. Pero en Interior matizaron: “Lo más seguro es celebrar el Fin de Año en casa”, concretó la directora de Protección Civil, “y con nuestra burbuja de convivencia”. Y citó como posibilidades alternativas con menos riesgo, reuniones al aire libre, en balcones o terrazas o, si el espacio es cerrado, con la ventana un palmo abierta.
Los responsables de ambos departamentos implicados en el Procicat insistieron en que no hay que llevar las medidas a todo lo que den de sí. Por ejemplo, animaron a no llegar a las 10 personas autorizadas en una reunión, mejor intentarlo con menos. O no llegar a juntar dos burbujas: mejor una. O no desplazarse a una segunda residencia, un hotel o una casa rural salvo si es se mueve la propia burbuja y nadie más. “Las medidas adoptadas pretenden que no se quede nadie solo estos días, que sea posible acompañar a los más vulnerables”, apuntó la consellera de Salut. “Pero no hay que ir a máximos”.
“Es suficiente con las medidas en vigor”, dice Alba Vergés. “Ir más allá sería prohibirlo todo”
Miquel Sàmper se mostró preocupado por el riesgo de contagio en las fiestas de Fin de Año