Una relación cordial
Messi se encuentra cómodo con Koeman, técnico de talante directo y poco adulador
Leo Messi no suele excederse en elogios hacia sus entrenadores, si acaso lo hace cuando necesitan un cable (Ernesto Valverde) o cree realmente en ellos (Pep Guardiola y Luis Enrique, aunque con ambos tuvo desencuentros puntuales). Con Quique Setién apenas conectó, más bien todo lo contrario, así que las palabras que el argentino dedicó a Ronald Koeman en la entrevista concedida a Jordi Évole el pasado domingo tienen más relevancia de lo que pueda parecer. Messi no reparte jabón sin pensarlo. “Fue un gran acierto y está haciendo las cosas muy bien. Le dio una seriedad, hubo una idea de lo que pretende y de lo que quiere para su equipo y para el club”.
Ronald Koeman, que ayer tenía rueda de prensa para comentar el partido de hoy en el Camp Nou ante el Eibar (19.15 h), habló mucho de Messi, como suele ser habitual a requerimiento de los periodistas. “Es un jugador muy importante en el mundo del fútbol y siempre es bueno que hable bien de ti. Es un año de transición en el que Leo es una pieza muy importante”, dijo el holandés, que no suele caer en la adulación constante, excesiva o preventiva como hacían algunos de sus predecesores creyendo que así se evitaban problemas con el número uno. A Messi, en realidad, lo que le gusta de sus entrenadores no es tanto el peloteo sino una buena preparación de los partidos (Koeman y su segundo Schroeder la garantizan con continuos cambios de sistema en busca de soluciones) y un lenguaje más directo que genuflexivo. Ahí encaja el holandés, que por cierto se topó con una dificultad añadida: un vestuario poco cohesionado debido a las bajas de viejas glorias y a las heridas que dejó el espinoso acuerdo salarial entre plantilla y junta.
Un par de cuestiones complejas como son el futuro de Messi más allá del verano y la concesión de días extras de vacaciones navideñas lo solventó ayer Koeman sin apenas pestañear y evitando adentrarse en terrenos resbaladizos. Sobre la decisión de Messi aseguró: “No voy a estar más tranquilo porque haya dicho que lo decidirá a final de temporada. No puedo influir, lo que podemos hacer es sacar su mejor rendimiento en los partidos y ya veremos qué puede pasar”. Le dio tiempo al entrenador a cortar de raíz ese dar por hecho que Messi se irá al PSG porque pronto estará ahí Pochettino: “Son decisiones que hay que tomar en familia, no en función de un técnico o de un país”. Respecto a los motivos de su baja esta tarde contra el Eibar los justificó por una lesión, en la línea del club: “Estaba con molestias en el tobillo, por eso le hemos dado dos días más de vacaciones. Regresará después. Los médicos dicen que en una semana sin entrenar estará bien para volver”.
Ya más centrado en el partido contra el Eibar, Koeman reconoció que sin Messi la cita será más complicada pero se refirió a otros nombres propios para que compensen su ausencia. Más que de Griezmann y Coutinho se acordó de Dembélé, que está a punto de recibir el alta (“le veo bien, entrenando hace días”), y de Pedri, de quien sigue prendado: “Es un ejemplo de cómo alguien tiene que llevar el tema de ser muy bueno a esta edad y jugar en el Barça, es un chico de una familia muy humilde y sabe que acaba de empezar, tiene un gran futuro”.
Messi y Koeman sintonizan a la hora de resumir el 2020. “Ojalá acabe pronto este año de mierda”, dijo el primero. “Tuve mis problemas de corazón, luego la Covid-19. En todos los sentidos ha sido un año durísimo”, definió el segundo.
Esta tarde, último partido del año en el Camp Nou. Vacío.
Leo es un jugador muy importante en el mundo del fútbol y siempre es bueno que hable bien de ti”
Estaba con molestias en el tobillo, por eso le hemos dado dos días más de vacaciones. Regresará después”