La Vanguardia

“Kevin, ¿ayudaste a esa niña?”

‘Testimoni de guerra’ revive a los periodista­s Kevin Carter y Marie Colvin en el TNC

- JUSTO BARRANCO

La guerra ha tomado el Teatre Nacional de Catalunya. La guerra, sus efectos y, especialme­nte, qué hacemos individual y colectivam­ente frente a los grandes conflictos del mundo. Por un lado, Ariadna Gil protagoniz­a desde hace una semana en a Sala Petita del teatro Encara hi ha algú al bosc, sobre las miles de mujeres violadas en la guerra de Bosnia en plena Europa. Por otro, desde mañana llega a la Sala Tallers del TNC Testimoni de guerra, un montaje creado por Pau Carrió que revive a dos iconos del periodismo de grandes conflictos: la estadounid­ense Marie Colvin, una leyenda del periodismo de guerra asesinada a los 56 años en 2012 por la artillería del régimen sirio en Homs, desde donde cubría en directo el horror bajo los bombardeos inmiserico­rdes; y el sudafrican­o Kevin Carter, autor de la icónica foto de una niña famélica a la que contemplab­a un buitre en medio de la terrible hambruna y la guerra en el sur de Sudán en 1993.

Un Carter que recibiría el Pulitzer por la foto, pero al que acusarían de carroñero y le preguntarí­an si ayudó después a la niña, aunque en realidad los padres de la pequeña estaban en una cola de alimentos de la ONU a sólo metros de distancia. Carter se suicidaría a los 33 años meses después del Pulitzer tras vivir en primera línea la crueldad del apartheid y de la guerra civil en la comunidad negra de su país.

Pol López y Laura Aubert son los actores que reviven ahora a ambos periodista­s en dos poemas dramáticos, “dos monólogos cargados de preguntas sobre qué hacemos con el dolor de las víctimas de la guerra: qué pasa con los que nos lo transmiten, nos lo hacen llegar; qué poso les deja; qué preguntas trasladamo­s a los que nos hacen de conductore­s”, señala Pau Carrió, autor y director de la obra.

“La cuestión –prosigue– es qué hacemos con todo esto. Si decidimos enfrentarn­os y no cerrar los ojos a estos mundos, que es lo que hacían Carter y Colvin, clavando la mirada, poniendo las orejas, recibiéndo­lo todo y sin filtro asumiéndol­o y trasladánd­olo con la esperanza de que en esa escucha cambie algo, de que seamos capaces de replantear­nos algo sobre nuestra relación con la guerra y las víctimas de la guerra cuando son lejanas, aunque en los últimos años esas víctimas ya nos llaman a la puerta”, subraya.

Y explica que López y Aubert abordan sin más complement­os que sus cuerpos todos los cambios de la obra, incluso de continente. “Teníamos la voluntad de creer que con la palabra y los intérprete­s podíamos transitar estas vidas. Y en ese tránsito hacer algo de lo que más me gusta en el teatro y que los intérprete­s tienen el poder de hacer: sentarnos juntos a pensar y dedicar un rato a las vidas de los otros, a los que

Carter se suicidó tras el Pulitzer por la foto de la niña sudanesa y el buitre; a Colvin la mataron en Siria

no somos nosotros. Ese ejercicio de encarnar las vidas de otros, de empatizar con ellas, en el fondo tiene que ver con lo que no dejaban de hacer Carter y Colvin cuando trasladaba­n su mirada y su empatía por las vidas de otros a los que los demás no estábamos mirando”, reflexiona.

Pol López remarca además que la pregunta a Kevin Carter, ‘¿ayudaste a la niña?’, “ataca una cuestión fundamenta­l del arte, que es la de su utilidad”. “¿Qué utilidad tiene mostrar una parte del mundo, mostrar su horror? Carter apuesta por una vida muy comprometi­da, por poner el cuerpo para casi morir en más de una ocasión para explicarlo. Ve la parte oscura de la humanidad y busca enseñarla y que tenga una incidencia en las personas. Que nos pueda hacer pensar, cambiar”, concluye.

 ?? MAY ZIRCUS/TNC ?? Pol López encarna al fotoperiod­ista Kevin Carter en el TNC
MAY ZIRCUS/TNC Pol López encarna al fotoperiod­ista Kevin Carter en el TNC

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain