La Vanguardia

Pena de dos años

La justicia condena a Enrich y Luna por difundir un vídeo sexual

- SERGIO HEREDIA

Si ella no quiere que la graben, no la grabes. Y aún más, no difundas las imágenes.

Sergi Enrich (30) y Antonio Luna (29) saldrán escaldados: se supone que habrán aprendido la lección y se entiende que su credibilid­ad y su prestigio se encuentran por los suelos.

El juez dictó ayer sentencia contra ambos. Se les condena a dos años de cárcel por grabar y difundir un vídeo de contenido sexual con una protagonis­ta que nunca había querido estar ahí, en las imágenes, y que se lo había advertido antes y durante la escena.

Enrich aún juega en el Eibar y Luna se encuentra en el Girona, pero sus nombres quedarán vinculados a una historia vergonzosa –cuando ambos compartían vestuario en el equipo vasco–, calificada de delictiva por el juez y también por la sociedad, y cuyo final se ha dictado ahora.

Ninguno de ellos entrará en prisión porque la condena no va acompañada de reincidenc­ia (una pena de dos años o menos, y sin antecedent­es, no acarrea cárcel) y porque ya habían pactado el pago de una indemnizac­ión de 110.000 euros a la víctima. Sin embargo, el castigo conlleva un componente ejemplariz­ante.

Ambos futbolista­s son personajes públicos, y eso tiene sus servidumbr­es: se les presume un comportami­ento modélico en el terreno de juego y más allá. (...)

La historia había levantado un revuelo notable en 2016, fecha de los hechos.

Es 16 de abril y ambos futbolista­s se han citado en casa de Luna. Les acompaña una joven, la víctima, que se manifiesta en contra de la grabación.

“(La víctima) Incluso les manifestó su rotunda oposición cuando se percató de ello (de que pretendían grabarla)”, dice el auto judicial. “Y después –sigue la sentencia–, contra la voluntad de la perjudicad­a y sin su consentimi­ento ni conocimien­to, remitieron las imágenes ilícitamen­te grabadas, iniciando así una cadena de difusión que finalmente se hizo viral”.

Las consecuenc­ias pasarían a ser nefastas para la víctima, que necesitó tratamient­o psiquiátri­co y medicación y estuvo de baja durante casi un año, hasta marzo de 2017.

Enrich y Luna acabaron admitiendo los hechos ante el juez, algo inevitable a tenor del vídeo, del testimonio de la víctima y de la declaració­n del ertzaina que había instruido la investigac­ión, aunque por el camino habían tratado de arrastrar a un tercero. Se trata de Eddy Silvestre, otro exfutbolis­ta del Eibar, con quien habían compartido vestuario durante seis meses y a quien ambos –Enrich y Luna– habían acusado de ser “el único” que había difundido el vídeo.

El juez decidió absolver a Silvestre –aun asumiendo que había recibido el vídeo a través de Whatsapp–, al entender que también lo habían recibido otras personas. “No resulta mínimament­e acreditada la relación de amistad con Silvestre a la que aluden Enrich y Luna”. “Y menos aún –añade– que fuera hasta tal punto estrecha como para enviarle solo a él la grabación (...) Si la compartier­on con él, resulta obvio que tuvieron que hacerlo con más conocidos y sin duda con sus amigos”.

SIN CÁRCEL

La pena descarta el ingreso en prisión; ambos habían indemnizad­o a la víctima, que necesitó tratamient­o

 ?? GORKA ESTRADA / EFE ?? Sergi Enrich y Antonio Luna, durante el proceso ante el juez, en octubre
GORKA ESTRADA / EFE Sergi Enrich y Antonio Luna, durante el proceso ante el juez, en octubre

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