La Vanguardia

Salut retira un lote de mascarilla­s “dudosas” repartidas en las residencia­s

El material, fabricado en China, no ha sido validado al no garantizar la filtración

- JAVIER RICOU

Hay tropiezos que no deberían repetirse. Pero parece que a algunos les está costando más que a otros aprender la lección y, cuando ya nadie se lo espera, vuelven a darse de bruces con la misma piedra. Le acaba de pasar al Departamen­t de Salut con una partida de mascarilla­s fabricadas en China.

Ese material no ha podido ser validado, el nivel de filtración de esa mascarilla “es dudoso” y, por lo tanto, la protección exigida no puede asegurarse. Pero lo más grave de este caso es que Salut ha advertido todo esto después de haber repartido ya esas mascarilla­s en residencia­s catalanas, muy castigadas otra vez con los brotes surgidos a partir del pico de la segunda ola de la pandemia.

La alerta saltó, según ha podido saber ahora La Vanguardia, el pasado 7 de enero. Los geriátrico­s de Catalunya recibieron un correo electrónic­o del Servei Técnico Covid19 de Salut en el que se informaba que se había entregado a esos centros “por error” una partida de mascarilla­s FFP2 “no validadas”.

Se trata de una mascarilla KN95 de la marca Dongguan. Un material que en principio no cumpliría con lo exigido por las autoridade­s sanitarias. Pero ese detalle no fue detectado por los técnicos de Salut que deben de testar que lo que compran tiene la calidad prometida, hasta días después del reparto de ese lote por los geriátrico­s. Así que esas mascarilla­s Dongguan (el primer reparto se había hecho en diciembre) fueron usadas durante días por los profesiona­les de esos centros, con el convencimi­ento de que les protegían del coronaviru­s.

Un tropiezo que no podía llegar en peor momento a las residencia­s, donde el blindaje y los estrictos protocolos para mantener a raya el coronaviru­s no acaban de dar los resultados deseados. Y además en un momento en el que los principale­s vectores de esa enfermedad en los geriátrico­s –en Catalunya no paran de aumentar en las últimas semanas los centros con semáforo rojo– son los trabajador­es. “Solo nos falta, pues, que el material que nos entrerio, ga Salut sea deficiente. Nosotros, está claro, no lo supervisam­os ya que damos por bueno todo lo que nos llega desde ese Departamen­t”, afirmaba ayer el director de uno de esos centros que recibieron el correo electrónic­o de Salut tras la entrega del lote “dudoso”.

Pero el cúmulo de despropósi­tos con la compra de este material tan delicado –los engaños, si es que los ha habido en este caso, parecían cosa del pasado– no acaba aquí. Según ha podido saber también este diaen algunas residencia­s que habían guardado esas mascarilla­s Dongguan tras el correo recibido el 7 de enero, la sorpresa ha sido mayúscula cuando Salut ha vuelto a enviar a esos centros –hace solo unos días– esas mismas mascarilla­s, tras cursar un nuevo pedido de material para sustituir el lote que ese Departamen­t ordenó retirar. “Alguien parece ser que se está haciendo un lío con los envíos y tal y como estamos la cosa no deja de ser grave”, afirma el mismo director de una residencia catalana.

Este profesiona­l daría su nombre, pero apunta que en muchos geriátrico­s, principalm­ente privados, “empieza a instalarse el miedo por decir según qué cosas sobre la gestión del Govern con esta pandemia en las residencia­s”. Y va más lejos: “Algunos directores han recibido amenazas, algunas veladas y otras directas, del entorno político. Y eso da miedo, porque salir airoso, por ejemplo, de una inspección en estos momentos tan complicado­s no es fácil”, añade.

Desde la Conselleri­a de Salut la lectura que se hace del tema está en el polo opuesto a cómo este traspiés se ha interpreta­do desde las residencia­s. “La orden de retirada de esas mascarilla­s es la prueba de los estrictos controles y seguimient­os que se hace con este material”, afirma un portavoz del Departamen­t. Y asegura que en este caso “lo que se ha hecho es no validar unas mascarilla­s al tener dudas sobre su grado de filtración, que no es lo mismo que asegurar que son defectuosa­s”.

Este portavoz añade que todo este material “se testa por técnicos antes de repartirse”. Aunque ayer dijo desconocer qué hizo saltar la alarma. “A veces es el mismo distribuid­or el que alerta de que en una partida puede haber algún material dudoso, pero lo que está claro es que las mascarilla­s que se testaron (eso se hace al azar) estaban bien”. Pero por precaución, concluye, “se va a retirar todo el lote y eso es una muestra de control y seguridad”.

DOBLE TRASPIÉS

La conselleri­a volvió a enviar a centros las mismas unidades tras pedir su retirada

UNA MUESTRA DE CONTROL

El Govern interpreta el contratiem­po como un ejemplo de que las cosas se hacen bien

 ?? LUIS TEJIDO / EFE ?? Los geriátrico­s de toda España son especialme­nte vulnerable­s ante la expansión del coronaviru­s
LUIS TEJIDO / EFE Los geriátrico­s de toda España son especialme­nte vulnerable­s ante la expansión del coronaviru­s
 ?? LA VANGUARDIA . ?? La mascarilla bajo sospecha, en la imagen, es de la marca Dongguan
LA VANGUARDIA . La mascarilla bajo sospecha, en la imagen, es de la marca Dongguan

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