Segunda crisis para Zidane después de la de diciembre
Zinédine Zidane no pasa por sus mejores días al frente del Real Madrid. Del jueves 14 al miércoles 20 de enero su equipo ha perdido dos títulos en una semana. Sin embargo, el técnico francés tiene todavía crédito en la casa blanca y Florentino Pérez, que hace dos campañas cambió dos veces de entrenador, esta vez prefiere esperar a junio para tomar decisiones. Aunque solo sea porque a Zidane todavía le quedan las dos competiciones más importantes, Liga y Champions, y tiene al núcleo duro de los jugadores de su lado, con los que se reunió brevemente ayer.
“Es un momento difícil”, admitía el entrenador tras la eliminación de la Copa a manos del Alcoyano. El francés dirigirá mañana al conjunto blanco en Mendizorroza con la tranquilidad de la confianza en él. Otra cosa es lo que sucedería si el Alavés ganase al Madrid, algo que ya pasó en la primera vuelta en Valdebebas. Encadenar una tercera derrota podría ser fatal para su futuro. Solo hay que recordar que la última vez que el club perdió tres encuentros seguidos le costó el cargo a Solari en marzo del 2019.
Es la segunda crisis esta temporada que debe capear Zidane después de la que tuvo a principios de diciembre con el horizonte de quedar fuera de la Champions. Pero el Madrid reaccionó y ganó en el Sánchez Pizjuán, al Borussia Mönchengladbach –para ser primero de grupo– y el derbi al Atlético.
La segunda etapa del técnico en el banquillo blanco no está siendo ni de lejos tan brillante como la primera, en la que ganó tres Champions, dos Mundiales de Clubs y una Liga. Ahora ya suma 18 derrotas en 88 partidos cuando entre el 2016 y el 2018 solo cayó en 16 ocasiones en muchos más encuentros (149). En el haber del francés está que sigue ganando los partidos grandes, como en el Camp Nou o San Siro.
Más señalados quedan algunos futbolistas a los que se les agotan las oportunidades. Marcelo e Isco no levantan cabeza pero jóvenes como Odriozola, Militão, Vinícius, Valverde o Mariano no dan el nivel. Odegaard sigue sin entrenarse, pendiente de su salida.