El sector turístico ofrece su ayuda en la vacunación para salvar el verano
Autobuses similares a los utilizados en campañas de donación de sangre. Personal aéreo con formación adecuada. Hoteles, restaurantes, sedes de ferias y congresos abiertos 24 horas... Estas y otras sugerencias similares fueron ofrecidas ayer por una nutrida representación del sector turístico para ayudar al Gobierno a impulsar el proceso de vacunación contra la Covid-19. Lo hicieron en una reunión de presidentes de organizaciones sectoriales que, liderada por Hostelería de España y la Mesa del Turismo, congregó a 19 representantes para reclamar al Gobierno que “se tome en serio rescatar al sector más afectado por la pandemia”.
Acelerar la vacunación y lanzar el mensaje de que España es un destino seguro es, según explicaron, el primer paso para que arranque la recuperación, que no llegará a ser completa hasta pasado el 2023, según recordó Javier Gándara, presidente de ALA, la patronal de las líneas aéreas.
Su objetivo inmediato es que en verano el 70% de la población española ya esté vacunada, pueda ir de vacaciones y se pueda reactivar en otoño el programa del Imserso. Eso unido al ritmo de vacunación que lleva el Reino Unido, el país emisor que más turistas manda a España cada año, hacen pensar en que el 2021 pueda cerrarse con, al menos, la mitad de lo facturado en el 2019. “Si llegáramos al verano con una media de entre 100 y 120 millones de europeos inmunizados, España podría recibir entre 20 y 25 millones de turistas extranjeros, que sumados al turismo nacional podría permitirnos llegar a unos 45 millones de turistas”, aseguró Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo.
Mientras esa reactivación llega, los empresarios turísticos han vuelto a clamar por ayudas directas para que sus empresas puedan superar la travesía de casi ausencia de ingresos por la que están atravesando. “Necesitamos ayudas directas para compensar estos 10 meses en los que la caída en la facturación ha superado el 90%”, justificó Carlos Garrido, presidente de la patronal de agencias de viajes, el subsector más afectado.
Otra de las grandes reivindicaciones es el diseño de unos ERTE más flexibles que eliminen la cláusula que impide los despidos y la rebaja del IVA al 5%, que Molas defiende con el argumento de que “es mejor el 5% de algo (refiriéndose a un sector con actividad) que el 21% de nada (ya que de seguir así muchas empresas se verán abocadas a cerrar)”.