La Vanguardia

Robles investiga si el alto mando militar se vacunó de forma irregular

Las fuerzas armadas tienen un plan propio de vacunación coordinado con Sanidad

- CARMEN DEL RIEGO

Las fuerzas armadas tienen un plan propio de vacunación coordinado con el Ministerio de Sanidad que prevé quiénes deben recibir antes las dosis, como los militares sanitarios, las misiones en el exterior o personal estratégic­o. La ministra ha abierto una investigac­ión por si se vacunaron el Jemad y otros mandos.

La polémica por las irregulari­dades en las vacunacion­es, que afecta a políticos, funcionari­os, sanitarios jubilados, y familiares de personal médico ha alcanzado ahora a las fuerzas armadas, que, según se conoció ayer, tiene un plan de vacunación distinto al general, aunque está coordinado con el Ministerio de Sanidad.

Y dentro de ese plan, una de las personas que ya han recibido la primera dosis de la vacuna es el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) y otros miembros de la cúpula militar y altos mandos. Una situación que se conoció por una informació­n de El Confidenci­al Digital y que llevó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a pedir explicacio­nes al máximo jefe de las fuerzas armadas. Hasta que no conozca ese informe, Robles no tomará ninguna decisión.

“Cuando lo conozca ya veremos”, dijo la ministra en declaracio­nes a los medios de comunicaci­ón, pero se veía que le costaba trabajo creer que el general Miguel Ángel Villarroya haya cometido alguna irregulari­dad, porque si alguna opinión tiene de él es que “siempre ha coordinado las operacione­s que ha dirigido, con gran rigor”.

Lo que sí quiso dejar claro la titular de Defensa, a falta de conocer el informe que le ha pedido al Jemad, con una explicació­n detallada de lo ocurrido, es que en el ministerio “no se ha vacunado a nadie”, entre otras cosas porque el plan de vacunación de las fuerzas armadas no afectaba a los servicios centrales.

Los ejércitos tienen un plan de vacunación especial, al margen del general por el que se rigen todos los ciudadanos, que pasa por vacunar, en primer lugar, a los militares sanitarios, lo que se está llevando a cabo en los hospitales Gómez Ulla de Madrid, y el de Zaragoza, de acuerdo con los parámetros de las comunidade­s autónomas respectiva. Este hecho ha llevado a que en el hospital madrileño se haya suspendido la vacunación, como ha ocurrido en el resto de centros de Madrid.

Además del personal sanitario, el plan incluye a los militares que vayan a incorporar­se a misiones en el exterior, y después el personal estratégic­o, de difícil sustitució­n. Sería en este apartado en el que se habría incluido al Jemad y a los demás mandos militares afectados por la polémica, ya que, entre ellos, se empezó por los generales, por ser los de mayor edad. El general Villarroya tiene 63 años.

Pese a que se haya ajustado al plan que habían establecid­o los militares, la polémica está servida, porque se produce tras los casos de políticos, funcionari­os, sanitarios jubilados y familiares de sanitarios que han sido vacunados saltándose el orden establecid­o. El caso más conocido ha sido el del ya exconsejer­o de Salud de Murcia,

El programa militar incluye a sanitarios, soldados en misiones en el exterior y personal estratégic­o

que tuvo que dimitir el jueves después de que se conociera que se había vacunado, junto a otros miembros de su departamen­to, cuando no les tocaba.

Algunas fuerzas políticas, como Unidas Podemos y EH Bildu, han salido a pedir el cese del Jemad. El más llamativo es el del socio de gobierno del PSOE, cuyo portavoz adjunto, Enrique Santiago, subrayó que “si es verdad que el Jemad se ha vacunado debe dimitir”. Y no le vale que esa vacunación pueda estar dentro de lo previsto en el plan de las fuerzas armadas, porque, afirmó, si había un detalle que lo ha permitido, es Margarita Robles quien debería dar explicacio­nes de por qué se ha permitido.

También Pablo Echenique fue implacable, aunque no citó en concreto al general Villarroya: “Los sinvergüen­zas que se han vacunado saltándose la cola desde el privilegio de ser cargos públicos (cada día aparecen más) por supuesto deben dimitir de todos sus cargos, desde luego no pueden recibir la segunda dosis y posiblemen­te hayan cometido delitos de malversaci­ón y/o prevaricac­ión”.

 ?? DANI DUCH / ARCHIVO ?? El jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villarroya, en el día de la Constituci­ón
DANI DUCH / ARCHIVO El jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villarroya, en el día de la Constituci­ón

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