El jefe del Estado Mayor de la Defensa dimite tras vacunarse antes de hora
El general Villarroya, primer Jemad que renuncia al cargo, dice que hizo lo correcto y que se va para no dañar a las fuerzas armadas
El pasado 19 de marzo, tan solo cinco días después de que el Gobierno decretase el primer estado de alarma por la crisis del coronavirus, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villarroya, miraba a cámara –desde la Moncloa–y se dirigía a la ciudadanía en estos términos para instarla a cumplir con las reglas del confinamiento:
“En primer lugar la disciplina, en segundo lugar, el espíritu de sacrificio. Esto nos va a venir muy bien en estos días que estamos viviendo. Disciplina para atender a las indicaciones que nos están dando. Espíritu de sacrificio para soportar las situaciones incómodas”.
Ayer sábado, diez meses después de estas palabras, el Jemad presentó su dimisión a la ministra de Defensa, Margarita Robles, un día después de conocerse que se había vacunado contra la covid cuando no le correspondía, por el protocolo, inocularse la primera dosis contra el coronavirus. La titular de Defensa aceptó la renuncia con el objetivo de “preservar la imagen de las fuerzas armadas”.
El escándalo saltó a los medios de comunicación el viernes por la mañana: Miguel Ángel Villarroya y otros mandos militares del Estado Mayor de la Defensa se habían vacunado, pese a no formar parte de los grupos de inmunización prioritaria. Generales de la cúpula de las fuerzas armadas que habían recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer antes que sanitarios militares o efectivos desplegados sobre el terreno contra la covid. Todo ello cuando el plan de vacunas que elaboró el Ministerio de Defensa recoge que son los dos últimos mencionados anteriormente –junto a los efectivos desplegados en el extranjero- los primeros grupos que deben ser inmunizados por su exposición al virus.
Con toda esta información hecha pública, la titular de Defensa optó por esperar antes de cesar al Jemad y le pidió al mismo Villarroya que elaborase un informe detallado para explicar el plan de vacunación. Robles justificó su decisión por la confianza depositada en Villarroya, un general –dijo– que “siempre ha coordinado las operaciones que ha dirigido con gran rigor”. “En función de lo que diga el informe, ya veremos”, declaró la ministra.
Pero antes de conocerse la dimisión, se supo ayer que el ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska, había realizado un movimiento que mostraba la puerta de salida al Jemad y ponía toda la presión sobre su compañera del Consejo de Ministros, Margarita Robles. El viernes, tan solo unas horas después de conocerse la irregularidad, el titular de Interior fulminó al teniente coronel de la Guardia Civil destinado al Estado Mayor de la Defensa por “falta de ejemplaridad”. Según pudo saber La Vanguardia de fuentes del ministerio, tras tener conocimiento Grande-marlaska que el oficial de enlace entre el instituto armado y el Estado Mayor de la Defensa había participado en la vacunación, ordenó “su cese con carácter inmediato”. Se trata de un puesto de libre designación, por lo que el coronel será reintegrado en otra unidad de la Guardia Civil con otro cometido. Este periódico se puso en contacto con el cuerpo para saber si hay algún otro agente –o alto mando– que haya recibido la primera dosis y lo negaron “de manera rotunda”.
Con todas las miradas puestas entonces en la decisión de Robles, el Jemad presentó por carta su solicitud de cese a la ministra, “con el objetivo de no perjudicar la imagen de las fuerzas armadas y con la conciencia tranquila”. En la misiva de renuncia, que la titular de Defensa aceptó, el general admite de manera no explícita que fue vacunado, y justifica este acto “en el cumplimiento de sus obligaciones, de acuerdo con los protocolos establecidos y con la única finalidad de preservar la integridad, continuidad y eficacia de la cadena de mando de las fuerzas armadas.
Villarroya, que se convierte en
INTERIOR MARCA EL PASO Marlaska puso presión a Robles al cesar antes al enlace de la Guardia Civil con el Estado Mayor La ministra de Defensa aceptó la renuncia, pero quiso esperar a un informe
el primer Jemad que dimite desde que en 1984 se creó este cargo, insiste en su escrito en que ha tomado recientemente decisiones que considera “acertadas” y que “nunca ha tratado de aprovecharse de privilegios no justificables”, pero que están “poniendo en duda” su honradez, además del “deterioro” de la imagen de las fuerzas armadas. Además, el general– que llevaba un año en el cargo– aprovecha también para destacar su actuación durante sus 45 años de carrera militar que, recalca, ha sido “honesta y dominada por el espíritu de servicio y de amor a España”. Su cese no se hará efectivo hasta que sea aprobado el próximo martes en el Consejo de Ministros. Si el Gobierno de Pedro Sánchez no nombra un sustituto, el puesto vacante lo ocupará el general Francisco Javier Varela, del Ejército de Tierra, al ser el jefe del Estado Mayor más veterano.
Ante el malestar que causado la noticia en los cuerpos de seguridad, la Guardia Civil mandó ayer a todos su mandos un correo electrónico al que ha tenido acceso La Vanguardia en el que les insta a no aceptar vacunarse “aún en situaciones de dosis sobrantes asignadas inicialmente a otros colectivos de riesgo”.