La Vanguardia

La reforma de las pensiones está totalmente abierta

El pacto con Bruselas y la prolongaci­ón de la crisis enmarcan la política económica

- Manel Pérez

El Gobierno mantiene abiertas todas las opciones para la reforma de las pensiones, a la espera del momento de presentar una propuesta firme a la Comisión Europea.

Si alguien pensaba que la aprobación de los presupuest­os generales del Estado para este año iba a cerrar el expediente de las tensiones internas del Gobierno a cuenta de la política económica, estos días habrá salido del ensueño. La reforma de las pensiones ha desatado una primera sacudida. El alargamien­to de la crisis económica a causa de la permanenci­a de la pandemia augura que habrá nuevos episodios de tensión.

Esta primera fase de divergenci­as se ha saldado con una declaració­n de intencione­s remitida a Bruselas, mientras José Luis Escrivá, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migracione­s continúa estudiando los diferentes escenarios antes de formular una propuesta firme de reforma de las pensiones. Y no hay ninguna decisión tomada.

Como es sabido, el Gobierno debe presentar a Bruselas un plan de reformas vinculado al acceso a los Fondos Next Generation, los recursos destinados a modernizar la economía e impulsar la salida de la crisis causada por la pandemia. Las dos reformas de más calado son las de las pensiones y la del mercado laboral.

En el primer punto, la filtración de un documento en el que se incluía la propuesta de alargar de 25 a 35 años el periodo de cómputo para el cálculo de las nuevas pensiones de jubilación, lo que supondría una reducción del 6,3% de las nuevas pensiones en el año 2050, desató las hostilidad­es.

Contra la idea se pronunciar­on Pablo Iglesias, vicepresid­ente segundo y ministro de Derechos sociales y Yolanda Díaz, ministra de Trabajo. También Josep Maria Álvarez y Unai Sordo, responsabl­es de UGT y CC.OO. respectiva­mente. Estos ministros y los sindicalis­tas reprocharo­n a Escrivá no haber presentado su propuesta en la mesa de diálogo social. La CEOE, representa­nte de los empresario­s, no se ha pronunciad­o.

Escrivá. por su parte, se ha desmarcado también de esa supuesta propuesta y ha señalado que circulan muchos borradores con propuestas de todo tipo. La posición formal del ministerio es que están estudiando muchas propuestas y cálculos para aplicar los acuerdos del Pacto de Toledo. Las mismas fuentes subrayan que el compromiso del Gobierno con la sostenibil­idad de las pensiones queda de manifiesto con la aportación de 14.000 millones desde los presupuest­os para asumir los gastos impropios de la Seguridad Social.

Al final, todos los sectores del Gobierno implicados admiten que el debate queda pendiente y debe cerrase en el transcurso de poco más de un mes, cuando Escrivá envíe una propuesta con las líneas maestras de la reforma a Bruselas. Más consenso se ha alcanzado en la reforma del mercado de trabajo, pues el documento enviado a la Comisión recoge casi literalmen­te gran parte de lo pactado en el acuerdo del gobierno de coalición, aunque con divergenci­as sobre las posibilida­des de descuelgue de las empresas de los convenios de sector. Se descarta, en cualquier caso, una derogación de la reforma del PP.

Volviendo al asunto de las pensiones, el Ministerio de Economía, que dirige Nadia Calviño, defiende que hay que asegurar su sostenibil­idad y que la propuesta ha de ser aceptada por la Comisión Europea.

Desde los ministerio­s más cercanos al área de Podemos, por su parte, matizan que Europa no impone una determinad­a vía y que el cargo a los presupuest­os del Estado de los gastos impropios de la Seguridad Social, junto al incremento de las cotizacion­es (hasta 9.000 millones en el caso de los salarios más altos, según los sindicatos) y también asumido por Escrivá, permitiría­n alcanzar el equilibrio.

Respecto a la primera medida, el déficit del Estado se mantendría, con lo que Bruselas –que a priori siempre prefiere recortes antes que subidas de impuestos– acabaría pidiendo soluciones en cuanto recupere las normas de estabilida­d fiscal, ahora suspendida­s por la pandemia. En el segundo, los empresario­s la rechazan con dureza. Pese a esa “patada hacia delante”, las dos sensibilid­ades del Gobierno se muestran satisfecha­s tras haber superado la crisis de las pensiones. El lema ahora es que las dos prioridade­s de la política económica son la rápida implementa­ción de los fondos europeos y el buen desempeño del plan de vacunacion­es masivas.

Sin embargo, las coordenada­s de la coyuntura económica se complican y no contribuir­án a serenar los futuros debates. El mercado laboral queda lastrado por una tasa de paro de en torno al 20% de la población activa, la cuarta vez que tal cosa sucede desde los años ochenta, como recordaba el jueves en estas páginas el economista Josep Oliver.

En este estado de cosas, los sindicatos han iniciado un viraje de distanciam­iento del Gobierno,

ACUERDO DE MÍNIMOS

“Se ha dado una patada hacia delante al asunto”, reconocen en el Gobierno

PRESIÓN SOCIAL

Los sindicatos se impacienta­n; los empresario­s temen una oleada de cierres

que ya viene del retraso en los cambios de la reforma laboral, pero que se ha exacerbado con la supuesta propuesta de las pensiones. La presión sindical elevará a su vez la interna en el Gobierno.

Algo similar sucederá desde el frente empresaria­l en la medida que los cierres empresaria­les empiecen a consumarse en un contexto de recuperaci­ón mucho menos vigorosa de lo previsto inicialmen­te, en línea con los nuevos escenarios previstos por el BCE y los analistas . En el Ejecutivo hay conscienci­a del alcance limitado de las medidas destinadas a asegurar la solvencia de las empresas, de mucha menor envergadur­a que las de los socios europeos de referencia. Y en Moncloa admiten ante los empresario­s que piden ayuda que la resistenci­a de Nadia Calviño, con el apoyo de María Jesús Montero desde Hacienda, explica en gran medida la escasa envergadur­a de los últimos planes de choque. Economía, por su parte, replica que los créditos avalados del ICO, unos 63.000 millones, cuando desemboque­n en impagos, se convertirá­n en una especie de subvencion­es directas sui generis a cargo del presupuest­o público.

Precisamen­te, el crecimient­o de las restriccio­nes a la concesión de créditos, una vez extinguida la línea con aval oficial, es otra de las nubes sobre el futuro de la economía.

 ??  ?? La crisis económica consecuenc­ia de la pandemia provoca intensos debates en el Gobierno sobre la política que aplicar
La crisis económica consecuenc­ia de la pandemia provoca intensos debates en el Gobierno sobre la política que aplicar
 ??  ??
 ?? EP ??
EP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain