El Madrid corta la hemorragia
Los blancos, sin Zidane en el banquillo, golean al Alavés en una buena primera parte
El Madrid salió del pozo en que estaba metido y goleó al Alavés en Mendizorroza en un partido convincente, sobre todo en la primera parte, en la que volvió a emitir buenas señales tras dos derrotas consecutivas y perder dos competiciones en pocos días. Con Zidane en Madrid, positivo por coronavirus y David Bettoni en el banquillo, el Madrid ofreció detalles de su mejor versión, e incluso por fin Eden Hazard dio señales de acercarse al jugador por el que Florentino Pérez pagó 160 millones al Chelsea hace dos veranos. El belga se movió con más soltura de la habitual, dio una asistencia de espuela a Benzema y marcó el tercer gol, el cuarto de blanco en temporada y media.
No estaba Zidane pero el once fue claramente su equipo de gala, con las dos ausencias obligadas por lesión, las de Sergio Ramos y Dani Carvajal, cuyos puestos fueron para Militão y Lucas Vázquez, que alterna tanto el lateral como el extremo pero nunca se cae de la alineación.
El Alavés celebraba ayer su centenario y su puesta en escena fue buena, con una presión adelantada al medio campo que pretendía ahogar al Madrid. El equipo vitoriano mandó durante los primeros diez minutos, lo que tardó el Madrid en asentarse en el campo. El balón rondó por las proximidades de Courtois. Joselu remató en el minuto cinco y en el doce Martín Aguirregabiria tuvo un remate franco en un despiste defensivo entre Varane y Militão. No ajustó su punto de mira y el Madrid se salvó en esa acción.
La jugada supuso un punto de inflexión porque a partir de ahí todo cambió. El Madrid se reactivó y en la siguiente jugada pudo ya marcar en un doble remate de Benzema que sacó primero Pacheco y luego el poste.
No tardó nada en adelantarse el Madrid. Marcó en el minuto 14 por una vía habitual. Sacó un córner Kroos y Casemiro ganó en el salto a su marcador y conectó un cabezazo y el balón superó pegado al palo a Pacheco.
Cuando el Madrid marca se le suele abrir el cielo. No siempre, porque a veces le han remontado, como el Alcoyano, pero en general lo que más le cuesta en esta temporada es abrir el marcador. Con el 0-1 y con Modric y Kroos de mariscales en el centro del campo el Alavés quedó reducido a muy poco.
La cuestión era saber si el Madrid podía matar el partido o permitía que el rival volviera a meterse en el mismo con el paso de los minutos. Esta vez fue lo primero. El dominio de los blancos vino acompañado de ocasiones. Entre las sorpresas positivas de los de Zidane vino incluso alguna que otra galopada de Militão saliendo bien con el balón desde atrás y llevándolo al campo contrario con bastante peligro.
Mendy pudo hacer el 0-2 pero falló y el segundo gol acabó cayendo finalmente en el 40 en una delicatessen, un ligero pase de espuela de Hazard que culminó Benzema con un tirazo a la escuadra de Pacheco. En pleno naufragio, el Alavés recibiría un tercer gol en el minuto de prolongación antes del descanso. Kroos ofreció un gran servicio a la espalda de la defensa y por allí apareció el Hazard del Chelsea, que realizó un control con habilidad y tuvo la sangre fría para batir al portero.
El partido parecía ya perdido para el Alavés y Abelardo buscó un cambio total con tres cambios en el descanso. Se fueron Battaglia, Ximo Navarro y Luis Rioja y entraron Manu García, Lucas Pérez y Borja Sainz.
Desde el primer minuto se vio que el Alavés era otro, mucho más intenso y agresivo. Ya en el 47 creó peligro con un chutazo de Joselu que repelió Courtois en prácticamente su primera intervención.
Con un Madrid más dedicado a contemporizar que otra cosa el Alavés insistió e insistió hasta encontrar el 1-3 en el 59 en un saque de falta que cabeceó de forma impecable Joselu.
Cambió entonces Bettoni a Hazard por Vinícius, buscando la velocidad del brasileño. En la primera contra blanca un pase de Modric le sirvió a Benzema para elevar el 1-4 al marcador.
Ahí murió el partido. El Alavés lo siguió intentando pero el Madrid ya había cumplido su objetivo: una victoria para rearmarse moralmente y ganar unos días de tranquilidad, algo que necesitaba como el respirar.
LA MEJORA DE HAZARD
El belga jugó su mejor partido de la temporada, marcó un gol y dio una asistencia en 60 minutos