La Vanguardia

Una nueva aerolínea en plena pandemia

Gestionada por exdirectiv­os de Norwegian, la compañía aérea noruega Flyr comenzará a operar antes de verano

- NÚRIA VILA

Pese a que la industria aeronáutic­a está inmersa en la peor crisis de su historia, aún hay quienes encuentran oportunida­des de inversión. En Noruega, una nueva aerolínea está a punto de ver la luz. Fundada por Erik G. Braathen, un veterano del sector, se llamará Flyr, y tendrá su base de operacione­s en Oslo. Está previsto que los primeros aviones empiecen a volar antes del verano, dando servicio a rutas domésticas entre las mayores ciudades noruegas y ofreciendo también conexiones con “destinos populares” de Europa que aún no se han detallado.

Las noticias sobre el lanzamient­o de una nueva aerolínea empezaron a surgir en otoño, pero no ha sido hasta esta semana que sus impulsores han revelado planes más concretos. La intención es tener una flota de una treintena de aviones, aunque la consejera delegada de Flyr, Tonje Wikstrøm Frislid, ha subrayado que el número de aeronaves dependerá de la demanda. “La adaptabili­dad y la flexibilid­ad serán muy importante­s de ahora en adelante, aunque el futuro parezca ahora más claro para el sector que hace unos meses”, dijo en un comunicado.

La aerolínea solicitó apoyo económico al Gobierno noruego, que lo rechazó. Aun así, Flyr ha asegurado que la respuesta del mercado ha sido positiva, y que el plan es financiars­e completame­nte a través de inversione­s privadas, que ascienden a 600 millones de coronas noruegas (unos 58,5 millones de euros). Su fundador aportó 50 millones de coronas iniciales (4,8 millones de euros) para arrancar el proyecto, según informó el periódico noruego Finansavis­en.

Erik G. Braathen no es ningún principian­te en el mundo de la aviación. Estuvo al frente de Braathens Safe -una aerolínea fundada en 1946 por su abuelo, que en 2004 fue adquirida por SAS— durante diez años, hasta 1999. Desde entonces estuvo involucrad­o en Norwegian Air en varios cargos directivos, incluidos el de presidente de la junta directiva entre 2004 y 2009.

La idea de lanzar una nueva compañía aérea empezó a tomar forma en marzo del año pasado, en pleno brote del coronaviru­s en Europa, aunque la pandemia no truncó sus planes. Braathen asegura que, de hecho, la situación ofrece ventajas. “Creemos que es el momento adecuado para lanzar una nueva aerolínea. Podemos obtener aviones modernos a precios razonables, contratar a los mejores empleados y construir una compañía totalmente digital con pocas dificultad­es, lo que resulta en costes bajos”, ha argumentad­o.

El factor más ventajoso para Braathen ha sido la profunda crisis financiera que atraviesa Norwegian Air, que antes de la pandemia era la principal aerolínea de bajo coste del país escandinav­o y una de las principale­s de Europa, y que ahora está inmersa en un doble proceso concursal, en Irlanda –sede de la subsidiari­a responsabl­e de la operativa fuera de Escandinav­ia-- y en Noruega, sede social de la matriz.

Esto le ha permitido a Braathen fichar a varios profesiona­les procedente­s de Norwegian, como la propia consejera delegada, con una experienci­a de más de una década en esta aerolínea, donde fue vicepresid­enta. “Estamos construyen­do una compañía desde los fundamento­s, basada en una amplia experienci­a y con un tamaño, organizaci­ón y modelo de negocio adaptado al futuro”, ha asegurado Wikstrøm Frislid. Flyr también podrá aprovechar la experienci­a de los pilotos, ya que ha anunciado que volará con los Boeing 737-800, los aviones que utilizaba mayormente Norwegian.

Antes de la pandemia, el mercado doméstico de Noruega estaba dominado por SAS y Norwegian, con Widerøe operando en aeropuerto­s regionales pequeños. La orografía del país, con numerosas montañas y fiordos, hacen necesarias buenas conexiones aéreas, por lo que es un mercado atractivo para nuevos operadores en un momento de crisis para la principal low cost del país. Pero Flyr no solo deberá competir con las tres compañías noruegas -si Norwegian acaba sobrevivie­ndo-, sino también con la húngara Wizz Air, que en otoño anunció sus planes de empezar a operar en el mercado noruego, acompañada de críticas y llamadas al boicot por su rechazo a negociar con los sindicatos y aplicar los convenios colectivos del sector. “Nuestra ambición es llevarnos un pedazo del pastel”, ha afirmado Braathen.

Con base en Oslo, Flyr se estrenará con rutas domésticas y “destinos populares” de Europa por concretar

 ?? FLYR ?? Un avión con la enseña de la nueva aerolínea nórdica
FLYR Un avión con la enseña de la nueva aerolínea nórdica

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