La Vanguardia

El hotel vetado de la Rambla

El Ayuntamien­to denegará la licencia a un proyecto que la justicia ordenó que tramitase

- ÓSCAR MUÑOZ

El proyecto para construir un hotel de cuatro estrellas con 50 habitacion­es en el número 38 de la Rambla es el protagonis­ta de un culebrón jurídico. El Ayuntamien­to de Barcelona no lo tramitó en su día en aplicación de las restriccio­nes derivadas del Plan Urbanístic­o de Alojamient­os Turísticos (Peuat). Pero el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha sentenciad­o que debe rectificar. Y así lo ha hecho. Pese a ello, no tiene intención de darle la licencia, con lo que el establecim­iento, si otro fallo judicial no dice lo contrario, no verá la luz.

La compleja y variable normativa que afecta al sector hotelero en la capital catalana –que deterioró fuertement­e las relaciones del gremio con el Ayuntamien­to– tiene cosas curiosas. Y este caso es un ejemplo. En cumplimien­to de la citada sentencia del TSJC, de febrero del 2020, la comisión de gobierno municipal tuvo que aprobar de manera inicial, el mes pasado, el plan presentado por el promotor del hotel, con lo que rectificó la decisión que tomó en septiembre del 2017 de no tramitarlo. En paralelo al Peuat, en el 2017 se aprobó otra norma para evitar que en los inmuebles con valor patrimonia­l –y este lo es, con nivel B, bien de interés local– pudiesen implantars­e hoteles, una posibilida­d que el gobierno del alcalde Xavier Trias permitió, pero que el de Ada Colau cerró. Para ello aprobó una modificaci­ón del Plan General Metropolit­ano (MPGM).

Para poder tramitar en paralelo al Peuat esta MPGM, se decretó una suspensión de licencias para los edificios patrimonia­les, en virtud de la cual se suspendió la tramitació­n del hotel del número 38 de la Rambla. Pero el TSJC sentenció que ya se había decretado otra suspensión a raíz de otro plan, el de Usos de la Rambla, menos de tres años antes –el mínimo tiempo que hay que esperar por ley–, con lo que determinó que el proceso debía proseguir. Con todo, advierten fuentes del Ayuntamien­to, como ambos –Peuat y MPGM– son vigentes y no permiten la implantaci­ón de un hotel en este emplazamie­nto, se denegará la licencia.

El edificio fue construido entre 1848 y 1850, y albergó el Gran Café Cuatro Naciones, integrado más tarde en el hotel del mismo nombre, un lujoso establecim­iento de la época –alojó a Chopin, Stendhal o Einstein, entre otras personalid­ades– que hoy continúa en servicio, si bien con una categoría más modesta, en el contiguo número 40. A mediados de el siglo pasado, entró en decadencia y sus diferentes espacios se segregaron. Gran parte del inmueble lo ocuparon oficinas y la tienda de la empresa de fotografía Arpi. Su cartel todavía está colgado.

El plan presentado por la propiedad, un grupo inversor participad­o por el directivo de Volkswagen Alberto Teichman, prevé reconverti­r el edificio, prácticame­nte vacío y muy deteriorad­o, en hotelero. El plan presentado prevé un techo máximo de 3.917 m2. Se ha proyectado una restauraci­ón integral a excepción de dos comercios de la planta baja que se conservarí­an (la farmacia Hernández de la Rosa, anteriorme­nte Boatella, con una destacada ornamentac­ión, y una tienda de souvenirs). Las fachadas, en buen estado, se pretenden restaurar siguiendo un criterio coherente de cromatismo y acabados. El acceso al hotel está previsto a través del número 38 de la Rambla, donde se

EL ARGUMENTO MUNICIPAL

El hotel, en un edificio catalogado, no recibirá luz verde municipal porque el Peuat y una norma paralela lo impiden

REHABILITA­CIÓN PATRIMONIA­L

El proyecto prevé recuperar las piezas más valiosas del edificio, que formó parte del hotel Cuatro Naciones

situaría el lobby, la recepción, los salones y la cafetería-restaurant­e principal. En esta zona están los elementos patrimonia­les, que quedarían a la vista del público. Por ejemplo, la estancia que acogió el Gran Café Cuatro Naciones, hoy ocupada en parte por la tienda Ale-hop y que muestra un singular techo modernista de principios del siglo XX. Las habitacion­es se distribuir­ían en tres plantas. En el altillo iría un gran salón con acceso a la terraza, un gimnasio y un restaurant­e para almuerzos, piscina y solárium.

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CÉSAR RANGEL
 ?? CÉSAR RANGEL ?? Conjunto de mediados del siglo XIX. El edificio, construido entre 1848 y 1850, está catalogado. La empresa de fotografía Arpi ocupó gran parte. Hoy está prácticame­nte vacío y solo mantiene actividad comercial en los bajos
Muestras del esplendor perdido. En la tienda Ale-hop puede verse parte del techo de uno de los salones del Gran Café Cuatro Naciones, de estilo modernista, rematado con unos llamativos motivos florales
CÉSAR RANGEL Conjunto de mediados del siglo XIX. El edificio, construido entre 1848 y 1850, está catalogado. La empresa de fotografía Arpi ocupó gran parte. Hoy está prácticame­nte vacío y solo mantiene actividad comercial en los bajos Muestras del esplendor perdido. En la tienda Ale-hop puede verse parte del techo de uno de los salones del Gran Café Cuatro Naciones, de estilo modernista, rematado con unos llamativos motivos florales

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