EDUCACIÓN CONECTADA
Educación Conectada es una iniciativa de BBVA y Fad que comprende un conjunto de acciones de urgencia dirigidas al ámbito educativo tras la crisis causada por la pandemia. El objetivo es contribuir a paliar las graves consecuencias que la actual crisis está teniendo en toda la comunidad educativa, y en particular en la población más vulnerable, y contribuir a la transformación digital de la comunidad educativa.
El germen de Educación Conectada se remonta al año 2005, con el lanzamiento de la primera convocatoria del Premio Acción Magistral, un galardón que premiaba proyectos educativos de Educación en Valores.
Los participantes al premio fueron creciendo exponencialmente año tras año; en 2012 los impulsores vieron claramente que detrás de los proyectos presentados había una comunidad de docentes diferente: docentes innovadores, comprometidos e implicados con otras formas de hacer educación. Para apoyar a esa comunidad educativa nació Acción Magistral, un proyecto que pretendía visibilizar y ofrecer recursos a docentes que trabajaban la Educación en Valores. Desde el año 2012, Acción Magistral ha ido evolucionando, desde la Educación en Valores, hacia la Innovación Social Educativa, poniendo en valor la creatividad y el impacto social, y posicionándose así como un referente para la comunidad educativa en esas áreas.
En 2020 la pandemia del coronavirus puso al mundo entero, y a la sociedad española, en particular, en una situación excepcional y sin precedentes: colegios cerrados, docentes y alumnado recluido en casa, transición de una enseñanza presencial a una digital e incertidumbre en torno a los procesos habituales del sistema educativo de cara al próximo curso escolar. Ante esta situación, Fad y el BBVA decidieron adaptar el proyecto para que diera respuesta a las demandas de la crisis sanitaria en el sistema educativo. Educación Conectada se reinventó para prestar un mayor apoyo a la comunidad educativa en esta crisis POS-COVID. Las líneas principales de trabajo plantean como prioridades la adaptación de los centros escolares a la nueva realidad tras la crisis del coronavirus, acciones de reducción de la brecha de uso digital (formación en competencias, especialmente) y dar apoyo a las familias vulnerables, entre otros. El BBVA lleva 15 años apoyando la educación, una de principales líneas estratégicas de trabajo de la acción social de la entidad financiera, dirigida a desarrollar e impulsar programas educativos en los países donde tiene presencia, y a la que dedica anualmente alrededor de 40 millones de euros.