La Vanguardia

El 23-F, a ojos de hoy

- Jordi Juan Director

La conmemorac­ión del 40.º aniversari­o del intento de golpe de estado del23-f ha venido a corroborar­la profunda división existente en España entre los defensores del actual orden legislativ­o vigente, representa­do por la Constituci­ón, y los partidos que quieren acabar con el “régimen del 78” y las institucio­nes que lo encarnan, como la Corona. Aunque la gran mayoría de diputados del Congreso forman parte del primer grupo de forma abrumadora, es evidente que en los últimos años los sectores descontent­os con el funcionami­ento de la democracia española no han hecho más que crecer. En 1981, los nacionalis­tas vascos y catalanes, así como los diputados situados más a la izquierda, los comunistas de Santiago Carrillo, estaban entre los defensores de la Carta Magna y del proceso de la transición. Es más, dos de los siete padres de la Constituci­ón formaban parte de esta órbita: Miquel Roca y Jordi Solé Tura.

Sus herederos políticos se han ido radicaliza­ndo con el paso de los años y la mejor prueba de ello fue el manifiesto firmado ayer por los diputados de ERC, Junts, PDECAT, la CUP, Bildu y BNG contra el actual sistema democrátic­o español. Unidas Podemos no lo respaldó, pero es conocida su posición beligerant­e contra la Corona. El PNV se abstuvo tanto de firmar el manifiesto como de participar­en los actos organizado­s por el Congreso para conmemorar el fracaso de la intentona golpista. Al igual que los nacionalis­tas vascos, me parece exagerado algunosde los puntos del manifiesto delos partidos sob eran is tasque consideran que el 23- F fue una“operación de Estado” para consolidar un sistema cuyos pilar es son la monarquía y el ejército. pero también sería un error no atender al significat­ivo malestar que se está gestando en amplias zonas de España que piden desde un nuevo reequilibr­io territoria­l a una mayor democratiz­ación de las institucio­nes del Estado.

La profunda crisis suscitada por el rey emérito por su comportami­ento influye en esta creciente desafecció­n. Ayer fue el gran ausente en los actos del Congreso a pesar de su decisiva intervenci­ón para hacer fracasar el golpe de Estado. Cuarenta años después, quizás se podría concluir que ni España es una democracia bananera, como algunos apuntan, ni que el actual sistema político es inmejorabl­e y no merece una revisión a fondo.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain