La Vanguardia

El cráter García de Enterría

- Enric Juliana

Fue un acto muy peculiar. Pocos países del mundo conmemoran la fecha de un golpe de Estado fallido. Una intentona de la que no se sabrán los últimos detalles hasta que no se desclasifi­quen documentos de distinta procedenci­a administra­tiva aún sometidos a secreto oficial por una legislació­n obsoleta, cuya reforma encuentra resistenci­as. Lidera la petición de abreviar plazos el Partido Nacionalis­ta Vasco. El estándar occidental está en unos 30/35 años. Con esos tiempos también se conocerían nuevos datos sobre la guerra sucia contra ETA. No es un asunto menor.

Pese a su rareza, el acto de ayer consistió en una limpia defensa de la democracia. En las fechas señaladas, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, elabora discursos bien trenzados, con barnices doctorales de la Universita­t Pompeu Fabra y gotas de champú anticaspa. El debate sobre la calidad de la democracia en España, excitado durante la campaña electoral catalana por Pablo Iglesias, revoloteab­a por la sala. Batet advirtió sobre la desnatural­ización de las institucio­nes cuando la polarizaci­ón se apodera de todo.

El vicepresid­ente Iglesias tuvo la inteligenc­ia de cumplir con su deber institucio­nal, aunque no aplaudiese al Rey. (El mismo Rey al que ovacionó hace un año en el acto de inauguraci­ón de la legislatur­a, recién formado el Gobierno de coalición, cuando todo eran “momentos históricos” en el banco azul y la covid aún no había recorrido la ruta de la seda. 2 de febrero del 2020).

Felipe VI defendió sobriament­e el papel de su padre durante el 23-F, tuvo palabras de agradecimi­ento para Adolfo Suárez, insistió en la defensa de la Constituci­ón y se refirió a la monarquía parlamenta­ria con una interesant­e tríada: “integrar, incluir y cohesionar”. Voluntad de conciliaci­ón, en definitiva. No puede pasarse por alto el tratamient­o de “jefe de la oposición” que el Rey dio a Pablo Casado, sin

Acto inédito en el Congreso con discurso conciliado­r del Rey en una fase de alta tensión

mencionar su nombre durante los saludos iniciales.

España es una democracia plena, con cráteres. Desde el interior del cráter abierto después del 23-F, cuando los partidos nacionalis­tas fueron excluidos de la primera gran reunión institucio­nal para analizar lo ocurrido, las minorías nacionalis­tas (ahora entre soberanist­as e independen­tistas) no acudieron al acto, aunque el PNV no suscribió el documento que pone bajo sospecha a Juan Carlos I.

El cráter abierto por la Loapa, el cráter García de Enterría, que significó la entronizac­ión del derecho administra­tivo como mecanismo de ajuste y constricci­ón del marco político, sigue humeando. Fue el momento fundaciona­l de la Brigada Aranzadi.

Al final del día, Pedro Sánchez defendió la vigencia del Gobierno de coalición.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain