#Metoo en la televisión de Francia
Una actriz acusa de violación al presentador estrella Patrick Poivre d’arvor
Durante 30 años Patrick Poivre d’arvor (Reims, Francia, 1947) ha estado entrando en los hogares de Francia como presentador estrella de informativos, inspiración para estudiantes de audiovisuales y novelista prolífico. Todo eso era el veterano PPDA, como se le suele citar, hasta que el movimiento #Metoo hizo audibles murmullos en su contra. De la seducción se pasó a hablar de insistencia irritante, de la galantería al ocasional manoseo. Si Poivre D’arvor ocultaba a un canalla tras su fachada lo determinará la justicia: la escritora y actriz Florence Porcel (37) lo ha denunciado en un juzgado de Nanterre y se han abierto diligencias por un presunto delito de violación.
Porcel recoge su traumática experiencia en Pandorini, un relato publicado el pasado 6 de enero. En él, una joven estudiante de 19 años que sueña con ser actriz conoce al irresistible Jean-yves Pandorini, intérprete 40 años mayor y capaz de anular su voluntad bajo una intensa influencia. Entre el 2004 y el 2009 sufriría varios abusos sexuales por su parte. “No voy a mentiros: es mi historia. Si la convertí en ficción es porque no puedo dar su nombre”, dijo Florence días después en sus redes sociales. El diario regional Le Parisien investigó e identificó al ficticio tenorio: Patrick Poivre d’arvor.
En la vida real, según Porcel, los hechos ocurrieron así: conoció a PPDA en noviembre del 2004, estando ella matriculada en La Sorbona y en una escuela de teatro y él, consagrado periodista y escritor. Se atrevió a enviarle unos manuscritos para pedir su opinión y él la invitó a asistir al telediario. Al término del informativo, PPDA la lleva a su despacho para charlar, le ofrece una bebida y la asalta sin que ella sepa cómo resistirse. De hecho, admite obedecerlo en todo y así, se desviste y ocurre la relación sexual que ella sostiene como no consentida. Paralizada por el pánico, PPDA le arrebata su virginidad. “¿Te das cuenta de que te has convertido en mujer?”, le habría dicho él al terminar. En los meses siguientes, cae en una dependencia que confunde con amor. La sumisión termina cinco años después con motivo de una entrevista que ella le propone como parte de su tesis de licenciatura. Solos en su despacho, él la obliga a realizarle una felación. Tras ese episodio, ha necesitado casi diez años de psicoterapia para sacudirse el asco y el sentimiento de vulnerabilidad.
Patrick Poivre ha salido al paso de la noticia con un comunicado en el que muestra su asombro por lo que fueron relaciones “placenteras y consentidas”. Dice PPDA: “Las cartas de la Sra. Florence Porcel que conservo, demostrarán que nunca hubo control ni coacción. Creo que me está usando para promocionar una novela. Por supuesto, responderé a las autoridades para restablecer mi honor”.
PPDA.