La Vanguardia

Cambios sin revolución

Koeman instó a los jugadores experiment­ados a dar un paso al frente

- ANAÏS MARTÍ

Cuando Ronald Koeman aterrizó en Barcelona, tomó las riendas para iniciar el proceso de reconstruc­ción de la primera plantilla blaugrana con acciones claras y concretas. De su boca salieron las palabras que comunicaro­n a Luis Suárez que su etapa en el Barça había llegado a su fin. También se reunió con Messi para acercar posturas y llamó a De Jong y a Griezmann para explicarle­s lo que esperaba de ellos. Pasado el tiempo, la relación que tiene con la plantilla es más que satisfacto­ria. Muestra de ello es que tanto Busquets como Alba salieron al paso delante de los micrófonos tras perder contra el PSG y empatar contra el Cádiz. “La culpa es nuestra y de nadie más”, dijeron. Que sus futbolista­s hablen pero en el campo es lo que ahora exige Ronald Koeman. “Son los jugadores experiment­ados los que deben sacar las castañas del fuego. Atrás está Piqué, Alba es un jugador con una trayectori­a, en el medio tenemos a Busquets y arriba a Messi. Hay suficiente personalid­ad”, insistió el técnico holandés.

Pero el fútbol es un estado de ánimo y tras perder contra el PSG en Europa y el último empate en la Liga frente al Cádiz, con un intento de remontada pendiente en la Copa, la confianza no es la misma. “Aun así hay un partido cada tres días y si ganamos al Elche todo será diferente”, convino Koeman, que expuso su propio diagnóstic­o: “Puede ser que tengamos un poco de miedo cuando solo tenemos un gol de diferencia en el marcador y eso nos ha costado partidos. Al equipo le digo que podemos porque ningún rival va a ganar todos los partidos. Es por eso que debemos poner la energía que no hemos exhibido últimament­e”, razonó.

Todo empieza por ganar hoy al Elche, ahora que el equipo está a ocho puntos del líder, el Atlético de Madrid. No será fácil. Detrás del penalti cometido por Lenglet propiciand­o el empate contra el Cádiz, se esconden muchos problemas que han impedido que el Barcelona no goce de una mejor posición en la tabla. “He hablado con Lenglet, pero no es culpable un jugador solo. El porcentaje de goles a favor es bajo para un equipo como el Barcelona, hay que pedir más efectivida­d a los jugadores de arriba. Griezmann el pasado mes tuvo mucha efectivida­d, antes le había costado. El otro día

Dembélé tuvo dos o tres oportunida­des grandes donde hay que marcar por lo menos una”, reclamó Koeman.

Pero la revolución deberá esperar. “Damos muchas oportunida­des a los jóvenes porque los tenemos y muy buenos. Pero no creo que ahora sea el momento para coger más gente”, señaló Koeman, que ha contado en los dos últimos entrenamie­ntos con los habituales Òscar Mingueza, Konrad de la Fuente e Iñaki Peña del filial. No así con Ilaix Moriba, que no acudió al stage de la sub-19 para estar disponible si el holandés lo considerab­a oportuno.

En el club apoyan la visión del entrenador. “En un momento crucial como el que está viviendo el primer equipo Koeman busca proteger a los jóvenes y sacar la mejor versión de los veteranos”, señalan desde los despachos.

Y no es porque el holandés no esté informado de los avances de la plantilla de García Pimienta. El secretario técnico Ramon Planes acude a todos los partidos del filial que le permite el calendario, mientras que Jordi Roura, coordinado­r del fútbol formativo, está presente en todos los entrenamie­ntos.

¿Y la temporada que viene? “Hay que esperar al nuevo presidente. Es él quien deberá marcar el futuro del equipo y del entrenador. Esperaremo­s al día 8 de marzo para hablar”, sentenció Koeman.

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FC BARCELONA Ronald Koeman ha tratado de levantar el ánimo a sus futbolista­s

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