El Chelsea golpea primero
El Atlético paga la racanería de un planteamiento de Simeone que buscaba el 0-0
El Atlético jugó a empatar sin goles ante el Chelsea con un planteamiento rácano en el partido en el que ejercía de local y acabó derrotado por una chilena de Giroud en el minuto 71. Ahora deberá remontar la eliminatoria de los octavos de final en Londres con la sensación de haber desperdiciado el partido de ida. Las cosas de Simeone.
El Chelsea dominó la posesión pero apenas creó ocasiones de gol. La más clara que tuvo la enchufó, un gol que vino con polémica porque el árbitro alemán Brych anuló el tanto en primera instancia por fuera de juego del delantero francés. El VAR analizó la jugada varios minutos y validó el gol al entender que el balón a Giroud venía de Hermoso.
El equipo de Tuchel cobra clara ventaja en la eliminatoria pero sufrió un contratiempo importante. Dos de sus mejores jugadores anoche, Mount y Jorginho, vieron tarjeta y como estaban apercibidos se perderán la vuelta.
Todo el partido tuvo algo de contrasentido. Primero la elección del club colchonero de ir a jugar su partido a Bucarest, nada menos que a 3.350 kilómetros de Madrid (cuatro horas de avión, como dijo Simeone), por la imposibilidad de dejar aterrizar en España vuelos desde Inglaterra.
El Atlético eligió el estadio nacional rumano porque el escenario le traía buenos recuerdos de una Europa Liga ganada allí (2012) al Athletic Club entonces entrenado por Bielsa. Sea como sea, Simeone sacó un once muy ofensivo sobre el papel, sin Kondogbia y con Correa, Lemar, João Félix y Luis Suárez, un cuarteto con vocación atacante, y, sin embargo, tiró el equipo muy atrás y esperó al Chelsea en torno a Oblak, defendiendo muchas veces con hasta seis jugadores.
La maniobra dejó totalmente desconectados a João Félix, que se movió como alma en pena, y a Luis Suárez, que muchas veces bajó a echar una mano en defensa. El Atlético tenía tres bajas importantes: José María Giménez, Carrasco y Trippier, este por la sanción de la UEFA por las apuestas ilegales.
El Chelsea de Tuchel fue bastante fiel a lo que se esperaba, un equipo que elabora mucho en el centro del campo pero que es algo horizontal. Todo su juego pasaba por Jorginho, que llegó a Stamford Bridge de la mano de Sarri y ahora mismo no hay quien le tosa, con un Golo Kanté en el banquillo renqueante.
El Chelsea se gastó 250 millones en verano pero su propuesta no acaba de arrancar. Con un dominio abusivo del balón en toda la primera parte solo remató una vez a puerta. Lo hizo Timo Werner, pero Oblak neutralizó sin problemas el remate.
El Atlético, con muy poco, llevó algo más de peligro en ese primer acto. Su ocasión más clara fue un centro de Luis Suárez que Lemar no acertó a rematar. El propio uruguayo gozó de la segunda ocasión, pero Suárez no enganchó tampoco el remate. El duelo se abrió con un error del portero Mendy, que dio mal a un balón y estuvo a punto de meter en un buen lío a los suyos.
La segunda parte empezó sin cambio de jugadores y con un tipo de partido calcado al del primer tiempo: el Chelsea dominando el balón pero fuera de las zonas de peligro, por lo que el Atlético vivía muy cómodo. Cerca ya del minuto 60 los de Simeone comenzaron a cruzar el centro del campo y se aproximaron con alguna intención al área de Mendy, primero en un remate de Luis Suárez y luego en una chilena espectacular de João Félix que no encontró puerta pero fue lo más destacado del joven portugués en todo el partido.
Tanto fue el cántaro a la fuente que al final el Chelsea encontró e gol que merecía por su dominio pero que no se adivinaba. Marcó Giroud de chilena en el 71 y a Simeone le entraron las prisas.
Entraron Dembélé, Torreira, Lodi y hasta Vitolo, pero el partido se le había puesto ya muy cuesta arriba al Atlético. El Chelsea aguantó los últimos minutos sin arrugarse. No pasó nada apreciable. Simeone deberá cambiar de idea en Stamford Bridge.
EL GOL Giroud marcó el único gol del partido con una espectacular chilena que validó el VAR
MUY DEFENSIVO Simeone tiró muy atrás en torno a Oblak al equipo, que fue incapaz de generar ocasiones de peligro