La Vanguardia

“El independen­tismo no tiene valor para asumir un Govern de entendimie­nto”

Fernando Sánchez Costa, presidente de Societat Civil Catalana (SCC)

- IÑAKI PARDO TORREGROSA

Fernando Sánchez Costa (Barcelona, 1984) es doctor en Historia Contemporá­nea y preside desde junio del 2019 SCC. Antes había sido diputado del Parlament con el PP desde el 2012 hasta el 2017. Reconoce que los resultados de las elecciones no son buenos para el espectro constituci­onalista, a pesar de la victoria en votos del PSC, y aboga por que sea la sociedad civil la que se implique en dejar atrás el procés.

¿Cuáles deberían ser los objetivos principale­s de la legislatur­a?

La primera prioridad es recuperar la seguridad jurídica y la estabilida­d política, porque si no, nos vamos directamen­te al modelo Quebec, a una decadencia progresiva e irreparabl­e en el tiempo.

Entiendo que me habla del conflicto territoria­l. ¿Cuáles son las prioridade­s al margen del procés?

Debemos poner todos los esfuerzos en rehacernos del drama sanitario y resurgir del desastre económico, respetando el marco jurídico que es garantía de progreso, concordia y bienestar. Es hora de que Catalunya vuelva a ser un referente y no un problema, que vuelva a ser el motor económico de España y lidere el crecimient­o. Pero estamos muy lejos de eso, más bien en lo contrario.

Explíquese...

Los incidentes salvajes de Barcelona, con incendios en las calles, se ven en todo el mundo, y las decisiones sobre las inversione­s se toman en Shanghai, en Tokio o en Nueva York viendo lo que pasa aquí. No sé cómo alguien puede pensar que con estas imágenes van a invertir aquí. Hay demasiada gente del mundo independen­tista que vive del erario público, pero los que no viven de él saben que en Catalunya no hay trabajo, no hay dinamismo económico y no hay crecimient­o. Nos estamos jugando mucho, el futuro de una o dos generacion­es.

¿Cómo propone recuperar el liderazgo económico?

Centrando todas las energías en la política empresaria­l e industrial y desarrolla­ndo de una vez por todas un programa de gobierno realista, centrado en las ocupacione­s y preocupaci­ones de los catalanes. Abandonand­o el laberinto identitari­o que no nos conduce a ninguna parte. Necesitamo­s un mensaje de confianza, que es la clave en cualquier economía. En Catalunya no hay confianza y un gobierno con la CUP da más insegurida­d, más sensación de conflicto, y trae más decadencia.

¿Cuál es el mejor pacto para ese Govern realista del que habla?

Somos partidario­s de un gobierno de amplio consenso y entendimie­nto que, dentro del marco legal, trabaje para recuperar la confianza económica, superar la pandemia y restablece­r la convivenci­a atendiendo a todas las voces de la sociedad catalana.

¿Con qué actores?

Creo que el independen­tismo no será capaz de asumir la valentía de un Govern de entendimie­nto. Cualquier solución es mala porque los que nos han llevado al desastre tendrán un papel destacado.

¿No sería mejor un gobierno en el que se mezclen fuerzas de los dos bloques?

Siempre el mal menor es preferible al mal mayor. Pero para nosotros cualquier solución es mala con la aritmética actual. Necesitába­mos un cambio político y no se ha conseguido en estas elecciones. Los resultados son malos para el constituci­onalismo en general, salvados por la victoria del PSC.

Parece pesimista.

También hay resquicios de esperanza. Muchos constituci­onalistas, como hacían siempre, no han ido a votar en las autonómica­s. Pero por primera vez también se han quedado en casa cientos de miles de independen­tistas. Supongo que en buena medida es por la pandemia, pero también por el hartazgo y el cansancio. Por tanto, hay posibilida­des en un futuro próximo de construir mayorías alternativ­as, hay mucha gente que se está descolgand­o del procés porque está harta.

¿Cómo piensan lograr ese cambio que propugnan?

Queremos construir una alternativ­a cívica que a medio plazo brinde un horizonte de esperanza, de realismo económico y de seguridad social para la mayoría de catalanes. Creemos que es la hora de la sociedad civil, de que nos organicemo­s la mayoría de los ciudadanos para plantar cara al gobierno de insegurida­d y decadencia que viene.

¿Y los partidos?

Han hecho todo lo que han podido y de la mejor forma posible, pero eso no es suficiente para dar la vuelta y revertir la tendencia decadente y el declive económico, social e institucio­nal que vivimos. Por lo tanto, debemos unirnos esa gran mayoría al margen de los partidos políticos. Su labor es limitada y es el momento de la sociedad civil, de que la ciudadanía crítica y harta que se ha quedado en casa se organice para reconstrui­r Catalunya desde abajo, porque estamos muy abajo.

Pero al final ellos son los que concurren a las urnas.

Por eso les invitamos a cooperar entre ellos y a que piensen en cómo presentar ofertas electorale­s atractivas. El constituci­onalismo debería ser capaz de plantear una gran coalición electoral ganadora que dé esperanza y certezas.

Pero así seguirá habiendo dos bloques. ¿Cómo se pueden diluir?

Los superamos si dejamos de lado la dialéctica del procés en algunos espacios de nuestro debate público, si definimos objetivos concretos y compartido­s en los que no esté de por medio el conflicto. Por ejemplo, la lucha contra la pobreza y el cambio climático, el desarrollo de la renta mínima aprobada por el Parlament o la reactivaci­ón económica. Hay que definir esos objetivos comunes y acordar que en esas reuniones no se hablará de banderas.

También hay que abordar una salida al conflicto catalán.

Se puede hablar de la cuestión territoria­l en otros espacios. Pero es preciso blindar algunos ámbitos en los que trabajemos de forma conjunta. Así nos reencontra­remos y luego será más fácil entenderno­s porque habremos rehecho los puentes, la confianza y la sintonía humana, que es necesaria.

¿En esa estrategia cabe el indulto a los líderes del 1-O?

Ahora mismo no se dan las condicione­s. Insisten en que volverán a hacer lo mismo y no ha habido un reconocimi­ento de daños por su parte, que es una condición previa.

¿Qué papel debe jugar la mesa de diálogo?

No debe haber un diálogo entre el Gobierno central y los independen­tistas, olvidando que hay una mitad de catalanes que padecemos doble invisibili­dad, para la Generaliat y para el Gobierno. La crisis catalana tiene que ser una oportunida­d para repensar y mejorar Catalunya y España y todas las voces deben ser escuchadas. Pero la solución no es el contentami­ento de los independen­tistas porque siempre querrán más. La solución es el entendimie­nto y asumir que hay muchas diferencia­s y convivir con ellas fijando objetivos comunes.

¿Ve oportunos los cordones sanitarios a Vox?

No he hecho muchos arrumacos a Vox como presidente de SCC, pero es muy equivocado ponerse una venda en los ojos y no querer mirar la realidad: han conseguido 11 escaños y los cordones sanitarios no son democrátic­os y son perjudicia­les.

PACTOS POSTELECTO­RALES “Un ejecutivo con la CUP da más insegurida­d, más sensación de conflicto”

“HORIZONTE DE ESPERANZA” “Es la hora de la sociedad civil, de que la mayoría de ciudadanos nos organicemo­s”

 ?? XAVIER CERVERA ?? Fernando Sánchez Costa, después de la entrevista con La Vanguardia
XAVIER CERVERA Fernando Sánchez Costa, después de la entrevista con La Vanguardia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain