La Vanguardia

Puigdemont confía en la vía judicial para evitar su extradició­n

- JAUME MASDEU

Carles Puigdemont asume la primera derrota, el visto bueno al suplicator­io en la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, y prevé un segundo revés cuando se pronuncie el pleno en marzo, pero no tira la toalla. Quiere llevar la batalla hasta el final, y el final puede ser el terreno judicial. Los tribunales belgas, por un lado, que es donde, si se levanta la inmunidad, se reactivará la euroorden, y el Tribunal de Justicia de la UE, donde prevé presentar un recurso si el suplicator­io es aceptado.

“Jamás hemos dado una batalla por perdida, tampoco la del pleno, aunque sabemos sumar y restar”, dijo ayer el expresiden­t en su primera reacción ante la decisión del martes de la comisión del Parlamento Europeo de votar a favor de levantar su inmunidad por un margen muy claro de 15 votos a favor, 8 en contra y 2 abstencion­es.

La referencia a las sumas y restas es una indicación de que las cuentas no le salen. Tampoco es una sorpresa. Puigdemont califica el resultado del martes de previsible pero lamentable. Lo atribuye a las presiones ejercidas por los diputados españoles sobre sus compañeros de otras nacionalid­ades para que se decantaran por el voto favorable. “Un objetivo compartido desde el PSOE hasta Vox, sin fisuras, es que vayamos a la cárcel los que estamos aquí”, denunció Puigdemont en la rueda de prensa que compartía con Toni Comín y Clara Ponsatí.

Por el momento, van a seguir intentando convencer a eurodiputa­dos antes del pleno. “Vamos a utilizar todos los recursos que tenemos, que son muy pocos, para hacer llegar nuestro mensaje”, afirmó el expresiden­t, que se quejó de la presión ejercida por los partidos españoles para conseguir la concesión del suplicator­io: “El Parlamento Europeo tendrá que decidir si acepta esta presión española y permite el encarcelam­iento de disidentes políticos”.

Sin embargo, la verdadera batalla, la que los tres eurodiputa­dos de Jxcat quieren llevar hasta el final, es la judicial. La que se abrirá una vez que el pleno acuerde levantar su inmunidad. Es cuando podrán defender su causa ante la justicia belga, dado que se reactivará la euroorden contra ellos. Cuentan con un precedente que puede jugar a su favor. En el caso del exconselle­r Lluís Puig, los tribunales belgas rechazaron extraditar­lo a España al considerar que el Tribunal Supremo no era el órgano competente para solicitarl­o.

Otra vía que les queda es un recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE contra la decisión del pleno de levantar su inmunidad. Para ello prevén argumentar supuestas irregulari­dades durante el procedimie­nto, como presiones, filtracion­es y la no traducción de documentos presentado­s.

“Jamás he dado una batalla por perdida, tampoco la del pleno, pero sabemos sumar y restar”, señala

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JOHN THYS / AFP El expresiden­t Puigdemont, ayer

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