La Vanguardia

Pasión por el deporte

- Quim Monzó

Del mundo donde el islam tiene la sartén por el mango apenas puedes decir nada, porque enseguida las almas de cántaro te salen con lo de “son sus costumbres y se deben respetar”. Hace dos años, la campeona del mundo de ajedrez, la ucraniana Anna Muzychuk, se negó a participar en el torneo mundial que se disputaba en Arabia Saudí porque no quería tener que ir con túnica larga, salir siempre a la calle acompañada de un hombre y sentirse tratada como un ser inferior.

El mes que viene, Qatar será la sede de un torneo de voley playa organizado por la Federación Internacio­nal. Será la primera vez que el emirato hospede una competició­n de voley playa femenino. Antes de la pandemia organizaro­n los Mundiales de Playa, y permitían a las jugadoras ir con bañador.

Pero esta vez no será así. Nada de bañadores. Las jugadoras deberán vestir camisetas y pantalones largos. ¿Los qataríes se pondrían calientes al verlas? La Federación Internacio­nal dice que se tiene que aceptar por lo del “respeto a la cultura del país anfitrión”. La alemana Karla Borger –subcampeon­a del mundo en el 2013– se pregunta qué sentido tiene que Qatar sea el anfitrión y dice que normalment­e no le cuesta adaptarse a las indicacion­es, pero que en Qatar el calor extremo hace necesario el bikini. Además, es sabido que las jugadoras –que si quieren pueden libremente vestir de otra manera– prefieren de todas todas el bikini. Además de por el calor, lo escogen porque hay menos tela que en los tops y los shorts, donde se esconde más la arena, que resulta molesta cuando juegas.

El domingo, en la radio pública alemana, Karla Borger declaró que Qatar es el único país, y este el único torneo, donde el Gobierno dicta cómo deben vestir: “Pues no estamos de acuerdo. Vamos a hacer nuestro trabajo y nos prohíben nuestra ropa de faena”.

El islam es la repera, sí, pero no solo en los países islámicos hay fiebre puritana. Durante años fui fervoroso seguidor del tenis femenino. Sobre todo de la argentina Gabriela Sabatini. Me gustaba cuando se situaba en posición atenta, con el torso inclinado y esperando el saque de la otra tenista, mientras la cámara la captaba por detrás. Pero un día las autoridade­s decidieron que basta de que se le vieran las bragas y dictaminar­on que en adelante, bajo las faldas las tenistas deberían llevar pantalonci­tos cortos, para evitar las tomas indecentes. El tenis dejó de ser lo que era y perdió muchos seguidores, entre los cuales yo mismo. Inmediatam­ente me pasé al patinaje sobre hielo y me hice fan de Katarina Witt.

El próximo mes, Qatar será la sede de un torneo de voley

playa femenino

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain