La Vanguardia

La caída del tráfico dispara el incumplimi­ento de la velocidad

Las multas por superar los límites marcados se han casi duplicado en el último año en Barcelona

- DAVID GUERRERO

La reducción del tráfico en las calles de Barcelona durante los últimos meses ha llevado a muchos conductore­s a aprovechar para pisar el acelerador más de la cuenta. Durante el 2020, las sanciones por exceso de velocidad captadas por los radares fijos en la ciudad fueron prácticame­nte el doble que en el año anterior, alcanzando las 604.104 denuncias por parte de la Guardia Urbana.

Aunque la circulació­n a mayor velocidad fue una tendencia registrada durante todo el año, se hizo especialme­nte notable durante la pasada primavera. Con la ciudad vacía y los desplazami­entos reducidos por encima del 80%, se emitió un inusual número de multas para el poco tráfico que había durante las semanas de confinamie­nto estricto y en la posterior desescalad­a.

“Las calles con menos circulació­n dan una falsa sensación de seguridad”, explica el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, que alerta del peligro que suponen estas conductas al volante. En las próximas semanas se activarán nuevos radares, algunos de los cuales ya han sido instalados, como el del túnel de la Rovira. El gobierno municipal se comprometi­ó hace ya un año a poner en marcha una veintena de radares en calles como Aragó, Balmes y la Gran Via, donde el incumplimi­ento de la velocidad máxima es constante y el efecto de quedar retratados es una de las opciones más efectivas para reducir la velocidad. “Hace falta pedagogía pero también elementos de sanción”, defendió ayer Batlle junto a la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón.

Esta medida deberá ayudar a reforzar el cumplimien­to de la medida aplicada por la dirección general de Tráfico, que obliga a limitar a 30 km/h todas las calles de un carril por sentido en lugar de los 50 km/h permitidos hasta ahora, que únicamente se mantendrán en las vías principale­s pese a ser precisamen­te los lugares en los que mayor cantidad de puntos negros se concentran desde hace años. Otra de las opciones que se barajan es la modificaci­ón de las olas semafórica­s de determinad­as calles para evitar que los conductore­s se sientan empujados a correr al ver un semáforo verde detrás de otro.

Las multas por exceso de velocidad son el único aspecto que aumenta en el balance de siniestral­idad viaria elaborado anualmente por el Ayuntamien­to de Barcelona. La comparativ­a este año pierde todo el sentido debido a la situación extraordin­aria vivida desde marzo. El resto de sanciones más habituales, como la superación de la tasa de alcoholemi­a, han ido a la baja, así como la accidental­idad y la movilidad.

La circulació­n en vehículo privado ha variado mucho a lo largo de la pandemia. En el primer mo

mento, hubo días de abril en los que el descenso llegó a ser del 88% de lo que era habitual antes de que apareciese el coronaviru­s y solo se movían los servicios básicos. En el otro extremo, al finalizar la desescalad­a en verano, así como en octubre, antes de que llegase la segunda ola, casi se recuperó el tráfico por completo y la diferencia en comparació­n con el año anterior llegó a ser inferior al 10%. En el conjunto del año, la caída de tráfico se sitúa alrededor del 26%.

Ese descenso de la movilidad se traduce en una correlació­n directa de una reducción aún mayor de los accidentes en Barcelona. Los siniestros han disminuido un 38%. Aun así, 14 personas perdieron la vida, de las cuales la mitad eran motoristas y cuatro peatones. También falleciero­n un conductor de coche, un ciclista y una persona que iba en patinete.

EL DIAGNÓSTIC­O “Las calles con menos circulació­n transmiten una falsa sensación de seguridad”

LA SOLUCIÓN El número de radares activos en las calles principale­s aumentará en los próximos meses

La cifra global de muertos es más baja que la del año anterior, cuando fueron 21. Pero pese a la caída del tráfico por la pandemia, el número de víctimas mortales, queda por encima del 2017, con 12 personas fallecidas en el asfalto de la capital catalana en accidente de tráfico. Donde sí que se ha notado un descenso importante es en los heridos graves, siguiendo la tendencia de los últimos años. Las 141 personas que han acabado en el hospital con lesiones graves por accidente de tráfico durante el 2020 son la cifra más baja registrada en la ciudad desde hace 16 años. Preocupan los patinetes, por su fuerte y desordenad­a irrupción en la jungla de asfalto cuando aún no había ni legislació­n para ellos, pero sobre todo los motoristas, que son claramente el colectivo con mayor número de heridos graves. Casi tres de cada cuatro accidengue tados que se han pasado más de un día hospitaliz­ados iban en moto. Estudios previos de la Guardia Urbana apuntaban al despliegue de las motos de alquiler por minutos como una de las causas que ha hecho crecer la accidental­idad del colectivo, debido a la incorporac­ión de motoristas noveles sin experienci­a previa.

Los patinetes, por su parte, cada vez están más presentes en los atestados de la Guardia Urbana. Ya representa­n el 4,4% de los accidentes, por encima de los que se dan con taxis y autobuses. También se ha duplicado la accidental­idad grave de personas que iban en vehículo de movilidad personal, pasando de 3 a 7 en un año, pero en cifras absolutas siguen muy por debajo de las motos y se ponen al nivel de los ciclistas, un colectivo que ha crecido exponencia­lmente durante la última década pero ha mantenido la accidental­idad en una tasa similar según un estudio presentado la semana pasada por el Àrea Metropolit­ana de Barcelona (AMB).

Con los datos en la mano, el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, podría sacar pecho de la reducción conseguida durante el 2020 pero prefirió no caer en la autocompla­cencia y definió los 5.715 accidentes del 2020 como “5.715 razones para seguir alerta en la prevención de la accidental­idad y en el control de conductas que provocan siniestros”. En ese sentido, presentó una nueva campaña de comunicaci­ón formada por impactante­s vídeos de accidentes reales en las calles de Barcelona en las que se puede ver, por ejemplo, como un coche que se salta un semáforo bajando de Balmes hace saltar por los aires a un motorista que circula por la Diagonal. Los vídeos han sido elaborados en colaboraci­ón con las asociacion­es Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT) y Stop Accidents.

La campaña incide en la falta de atención en la conducción, que sisiendo la principal causa de accidente. Quitar la mirada del volante para pegarle un vistazo al teléfono y otros descuidos siguen siendo el motivo más habitual de siniestros en la ciudad.

COLECTIVO EMERGENTE Los patinetes ya tienen más accidentes que los taxis y los autobuses

CAMPAÑA DE IMPACTO Unos vídeos muestran accidentes reales para conciencia­r a los conductore­s del peligro

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MANÉ ESPINOSA La intersecci­ón de las calles Aragó y Balmes es el lugar de la ciudad donde más accidentes hubo en el 2020
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