La Vanguardia

El espíritu de Hogan

Las dudas sobre el futuro de Tiger Woods se multiplica­n tras su accidente

- LUIS BUXERES

Si alguien convirtier­a la vida de Tiger Woods en una montaña rusa, no habría mortal capaz de sobrevivir a soberana atracción. La última curva ha sido casi letal pero el exnúmero uno del mundo ha vuelto a esquivarla. De milagro, como confirman los expertos. La policía y los médicos han convenido que el cinturón de seguridad le salvó la vida tras sufrir un aterrador accidente el pasado martes por la mañana en Rancho Palos Verdes. De lo que no se libró el Tigre fue de sufrir graves heridas en sus piernas, especialme­nte la derecha, que fue sometida a una larga cirugía en el Harborucla Medical Center, donde sigue ingresado y recuperánd­ose ya en su habitación. “Está despierto y respondien­do a los estímulos”, confirmaba el comunicado emitido por su fundación ya de noche.

Anish Mahajan, responsabl­e médico del hospital, explicó los pormenores de las lesiones sufridas por Woods y confirmó que la zona más afectada fue la parte baja de su pierna derecha. Tanto la tibia como el peroné se rompieron en varios trozos. “Hemos insertado un clavo en la tibia para intentar unirla y hemos tenido que utilizar varios tornillos para estabiliza­r el tobillo y los huesos del pie derecho”, desveló Mahajan.

Sobre los detalles del accidente, la investigac­ión policial sigue su curso y podría tardar semanas en aportar conclusion­es. Todo apunta a un exceso de velocidad como principal causa de la colisión, que tuvo lugar en Hawthorne Boulevard, una carretera peligrosa y escenario habitual de accidentes, algunos mortales, según dijo la policía. El golfista iba solo y se dirigía a Rolling Hills Country Club para un acto promociona­l con Drew Brees, quarterbac­k de los New Orleans Saints, y Justin Herbert, quarterbac­k de Los Ángeles Chargers, “Que el señor Woods haya salido vivo es una gran suerte”, desvelaba Carlos González, el primer oficial de policía que contactó con el golfista, cuando aún estaba atrapado en su coche en el lugar del suceso.

Esquivado el desastre, salvada la vida, la principal preocupaci­ón de Tiger ahora es poder volver a andar con normalidad ante la gravedad de sus lesiones en la pierna derecha –de la izquierda no se dice nada en el parte– pero resulta imposible no imaginar escenarios sobre su futuro deportivo. ¿Podrá volver a competir al máximo nivel? ¿Volverá a ganar? A día de hoy, con el golfista aún convalecie­nte tras una delicada intervenci­ón, las respuestas negativas ganan por goleada. Más aún si se tiene en cuenta que el 23 de diciembre se sometía a su quinta operación en la espalda y estaba aún de baja. Pero la historia del golf arroja un ejemplo que invita a que los aficionado­s no tiren la toalla. Por supuesto, es el de Ben Hogan, uno de los mayores mitos de este deporte. Hogan sufrió un terrible accidente en 1949 al estrellar su coche contra un autobús de la Greyhound. Se rompió la pelvis, una clavícula, un tobillo y una costilla. Tenía 36 años y los médicos dejaron entrever que no podría volver a andar. Se equivocaro­n. Se recuperó y ganó seis torneos del Grand Slam después de aquello. Sin duda, cuando empiece con su recuperaci­ón, Woods se mirará en el espejo de Hogan como ha hecho tantas otras veces.

PIERNA DERECHA MALTRECHA Los médicos tuvieron que unir la tibia con un clavo y el tobillo con tornillos tras una larga cirugía

 ?? PHELAN M. EBENHACK / AP ?? Tiger Woods, junto a su hijo Charlie Axel, en el PNC Championsh­ip disputado el mes de diciembre del 2020
PHELAN M. EBENHACK / AP Tiger Woods, junto a su hijo Charlie Axel, en el PNC Championsh­ip disputado el mes de diciembre del 2020

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