“Sé como ser feliz haciendo cualquier cosa”
La actriz Lloll Bertran (Igualada, 1957) celebrará el próximo día 4 de marzo en el teatro Poliorama de Barcelona las cien funciones de El secret de la Lloll, un cuento teatralizado “con fragancias de cabaret” basado en una historia romántica entre un conde francés y una cupletista catalana con “aventuras, sorpresas y locuras”. Con idea, guion y dirección de la artista igualadina, también participan Isaac Fonoll en el piano y Bernat Cot “haciendo lo que haga falta”. La actriz representa todos los papeles de la función, además de cantar, bailar y hacer alguna parodia.
¿Cómo es hacer todos los papeles del espectáculo?
Me fascina. La técnica que utilizamos es muy simple. Juego con un vestuario muy neutro. Explico un cuento como lo haría con los niños. Paso de un personaje a otro con la voz, el gesto, la mirada.
¿Qué significa llegar a las 100 funciones de una obra toda tuya?
Nos hace mucha ilusión. En principio estrenas la primera vez, pero como ha habido un paréntesis tan enorme con la pandemia podemos decir que estrenamos las 100 funciones porque vuelve a ser un estreno. La última fue el 4 de septiembre.
¿Cómo es hacer teatro en plena pandemia?
De hecho, solo he hecho un sola actuación con público. Fue con El secret de la Lloll en septiembre, en Sitges. Fue con sentimientos contradictorios: con ilusión y con miedo a la vez. Pero tengo que decir que en los teatros se hacen las cosas con mucha rigor y con todas las medidas de seguridad.
¿Cómo surge la idea de hacer El secret de la Lloll?
En el año 2017 Bernat Cot me propuso una colaboración para actuar en el Principal del Eixample. Podría hacer lo que me diera la gana. Con mi marido, Celdoni Fonoll, teníamos letras y canciones, versiones divertidas. Como soy actriz quería ligarlas de alguna manera. Fue un juego divertidísimo. Yo le puse de nombre ‘El secret del Principal’. Y nos inventamos una historia. Después lo hice en el Maldà y le pusimos ‘El secret del Maldà’. Y finalmente en el 2018 nació ‘El secret de la Lloll’.
¿Cuánta vida puede tener esta obra?
Es un espectáculo que siempre lo puedes tener en cartera. Es refrescante, sirve para olvidarte de las tristezas. Uno de los piropos que más me gustan es cuando me dicen que se hace muy corto. Dura una hora y media y la verdad es que a mí también se me hace corto.
¿Cómo ha vivido personalmente la pandemia?
Personalmente no hemos tenido a nadie enfermo y eso ya ha sido mucho. En casa, mi marido y yo hemos estado totalmente activos haciendo teatro-trabajo. Si no fuera por la tragedia que había detrás por la pandemia de gente enferma y que moría –eso es terrorífico–, el confinamiento en sí lo vivimos como una aventura. El estar encerrado en casa –mira que a mí me gusta salir y pasear– no me supuso ningún tipo de problema. Tenemos terracita, espacio, nos podíamos mover bien, hacíamos gimnasia cada día. Me gustaba mucho cruzarme con mi marido en todo momento.
Con Celdoni llevan más de 40 años casados. ¿Cuál es el secreto? Pues yo creo que amarse mucho. Tener mucha complicidad y aceptar al otro tal como es. No querer cambiarlo. Cuando quieres de verdad incluso los defectos se pueden positivar. Yo soy bastante tiquismiquis, pero eso también me hace ser perfeccionista. Las cosas no pueden ir mal si te quieres mucho. Nosotros nos entendemos muy bien. No entiendo cuando la gente dice que cae en la rutina o que se cansa. Cuando alguien o alguna cosa me gusta no me canso nunca. Yo siempre les digo a los míos: si hay más vidas os buscaré a todos porque os amo para la eternidad.
¿Usted es un animal de noche?
Soy la reina de la noche. Me gusta hacer cosas de noche. Es una hora perfecta, no te molesta nada ni nadie. Además soy una marmota durmiendo.
¿Todavía la deben recordar por la Vanessa “del vídeo”?
Yo no mato a ningún personaje. En mi casa hay más gente que 101 dálmatas. El personaje de Vanessa es muy querido por el público. En El secret también hay un gag que hace referencia y es muy aplaudido.
Este año hace 37 años que se dedica al teatro. ¿Piensa retirarse en algún momento?
Yo si la carcasa aguanta no me quiero retirar. Si puedo dormir hago lo que sea. De vez en cuando busco papeles de teatro que salgan yayas para cuando sea mayor...
¿Qué habría sido su vida sin el teatro?
Me cuesta imaginármelo. El contacto con el público es insustituible. Pero soy una sibarita de la vida. Me gusta saborearla y sé ser feliz haciendo cualquier cosa. Incluso cuando trabajaba en una oficina de banco de 8 a 3 me lo pasaba bien.
El 4 de marzo en el teatro Poliorama celebrará las cien funciones de ‘El secret de la Lloll’, un cuento donde ella hace todos los papeles de la función