Hidrógeno y coche eléctrico llaman a la puerta de una España a la greña
El país afronta la concreción de los fondos europeos con la política en otra parte
El pasado lunes, mientras los informativos matinales machacaban en el mortero las cenizas de los contenedores quemados en Barcelona, un total de ochenta empresas, instituciones y centros tecnológicos de formación se reunían en el palacio Euskalduna de Bilbao para presentar en sociedad el Corredor Vasco del Hidrógeno. BH2C (Basque Hidrogen Corridor). Estas son las siglas adoptadas por Petronor-repsol, con el activo apoyo del Gobierno de Euskadi, para situar al País Vasco en cabeza de la producción de hidrógeno verde en España en una doble vertiente: hidrógeno para la industria, como soporte de las energías renovables en la red eléctrica, pilas para coches eléctricos y grandes transportes colectivos, junto con su empleo para la fabricación de combustibles sintéticos descarbonizados para los automóviles y otros medios de transporte que en el futuro no funcionarán mediante tracción eléctrica.
La fabricación de hidrógeno verde es la gran consigna de la industria alemana para acelerar la descarbonización sin el concurso de la energía atómica, que sigue siendo uno de los principales activos de Francia. El proyecto vasco fue esbozado a principios del pasado verano (véase La Vanguardia del pasado 16 de junio) y ya empieza a tomar cuerpo. Liderados por Emiliano López Atxurra, presidente de Petronor, los industriales vascos han tomado formalmente la delantera mientras otros proyectos empiezan a surgir en otras comunidades.
En realidad, los vascos quisieran vertebrar la producción del hidrógeno en España mediante la definición de “corredores energéticos” con el concurso de otras empresas del sector. Una de ellas es Enagás, el principal transportista de gas en España, que, en colaboración con Naturgy, proyecta una gran planta de fabricación de hidrógeno verde en León, en el entorno de la antigua central térmica de La Robla, a la vez que tiene en estudio la creación de otra planta en la isla de Mallorca, en colaboración con Acciona. Enagás, empresa presidida por el ingeniero catalán Antoni Llardén, que también participa en el proyecto vasco, cuenta con la posibilidad de utilizar su red de alta presión (con algunos ajustes técnicos) para el transporte de hidrógeno . Ello permitiría establecer corredores que unirían centros industriales y grandes ciudades. Consumo industrial, transportes públicos y carga para los coches eléctricos. El País Vasco tiene la mirada puesta en el corredor del Ebro para establecer una conexión con Catalunya, especialmente con el área metropolitana de Barcelona y el polígono petroquímico de Tarragona y con la Comunidad Valenciana. Estamos hablando de un proceso de alguna manera equiparable al que desarrolló en los años sesenta Catalana de Gas con la introducción del gas natural en España proveniente de Libia y Argelia a través del puerto de Barcelona. Las empresas energéticas han presentado un total de 400 proyectos a los ministerios de Industria y Energía, que podrían movilizar 60.000 millones de euros (véase la sección de Economía).
Breve diccionario para orientarnos. Hidrógeno gris: el H2 se obtiene del gas natural o el amoniaco mediante un proceso industrial que emite C02. Hidrógeno azul: el C0 que emite la separación del hidrógeno se captura y se entierra bajo tierra. Hidrógeno verde: el H se obtiene mediante electrolisis agua con energía renovable, sin huella de carbono. Hidrógeno rosa o malva: propuesta francesa para la obtención de hidrógeno mediante energía de origen nuclear.
Una parte de los fondos europeos de reconstrucción se destinarán a desarrollar la tecnología industrial necesaria para un consumo de hidrógeno verde a gran escala en el marco de la descarbonización de la economía, proceso que se enfrentará a grandes difi
CORREDOR VASCO
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CATALUNYA
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