La Vanguardia

Y Aznar salió al balcón...

El 3 de marzo se cumplen 25 años de la primera victoria del PP en unas elecciones generales

- CARMEN DEL RIEGO

El 3 de marzo de 1996 se escribió una nueva página en la historia de España y tras 14 años en el poder de Felipe González, el PP conseguía que el centrodere­cha ganara las elecciones por primera vez, al margen de los triunfos de UCD, con otro significad­o, la salida del franquismo, dicen los protagonis­tas de aquel triunfo de ahora hace 25 años.

Pero el triunfo no era una casualidad, sino algo muy trabajado desde hacia siete años, cuando José María Aznar se había hecho cargo del PP, Después de salvar los muebles en las elecciones de 1989, las primeras para Aznar, el PP empezaba a ver la luz en 1991, al ganar el Ayuntamien­to de Madrid. Pero el verdadero despegue fueron las elecciones de 1993, cuando todas las encuestas daban por descontada la victoria del PP, aunque los ciudadanos volvieron a dar el Gobierno al PSOE.

Las bases de lo que sería el triunfo del PP estaban puestas y José María Aznar “perseveró en el proyecto”, sin giros efectistas, convencido de que al final ganaría. Y así lo leyeron también las denominada­s fuerzas vivas del país, que llegaron a la conclusión de que el triunfo llegaría tarde o temprano. Desde ese año, 1993, los teléfonos de la calle Génova empezaron a sonar. Empresario­s, personas influyente­s, todos querían conocer a un José María Aznar que desde 1993 veían como el próximo presidente del Gobierno. Aún más después de las elecciones de 1995, cuando el PP se hace con los gobiernos de las principale­s comunidade­s y ayuntamien­tos, que quedan en manos de “las alcaldesas del PP”, que supondrían un pasaporte hacia el Gobierno: Luisa Fernanda Rudí, Teófila Martínez, Celia Villalobos, Soledad Becerril, Rita Barberá.

Todos los protagonis­tas de entonces consultado­s por La Vanguardia coinciden en que “el 95 fue clave” para el triunfo del 96, y haber hecho una buena lectura de los puntos débiles del 93. Aznar se vuelca esos tres años en Catalunya, y logra un resultado más que aceptable en el 96, y en Andalucía, donde consigue duplicar resultados.

Pero las cosas no fueron fáciles y aunque el PP ganó en 1996, no fue con la amplia mayoría que auguraban los sondeos. “La vida, como siempre, te pone en tu sitio”, dice uno de los principale­s colaborado­res de Aznar en aquel momento. Eso, y las malas relaciones del llamado a ser presidente con Jordi Pujol, hicieron que aquella noche del 3 de marzo de 1996, mientras los militantes celebraban en la calle su primer triunfo en unas generales al grito de “Pujol, enano, habla castellano”, en la planta séptima de Génova se vivía una incertidum­bre que pronto quedaría despejada. Había muchos dirigentes del PP que estaba convencido­s de que González intentaría que no gobernaran. Le bastaba, recuerda uno de ellos, pactar con Izquierda Unida, y podría completar la mayoría que necesitaba con nacionalis­tas vascos y catalanes. González pronto despejó las dudas sobre sus intencione­s, y Julio Anguita aclaró que no pactaría con el PSOE.

Las negociacio­nes no fueron fáciles, recuerda otro dirigente del PP de entonces, pero ya se habían tendido puentes: Francisco Álvarez Cascos con el PNV y Mariano Rajoy con los canarios, además de Rodrigo

Rato, acostumbra­do a negociar con Joaquim Molins (CIU), en el Congreso, donde ambos eran portavoces de sus partidos.

Las negociacio­nes fueron duras, recuerdan los protagonis­tas de las mismas, pero se firmó el acuerdo, en el Majestic, sin ningún artículo oculto. Un acuerdo razonable después de que Pujol remolonear­a y dejara que llegaran al PP mensajes de que estaba dispuesto a pactar, si Aznar no era el presidente. No se llegaron a poner nombres encima de la mesa, pero los de Aznar creen que apuntaba a Alberto Ruiz-gallardón. Una vez hecho el acuerdo con CIU, y sin necesitar más apoyos, Aznar se empeñó en incorporar al PNV, en lo que trabajaron Jaime Mayor Oreja y Xabier Arzalluz.

La política económica y la social hicieron el resto, aseguran los protagonis­tas de entonces consultado­s. En materia económica no había diferencia­s con CIU, y las buenas relaciones con los sindicatos, y los pactos en materia de pensiones, y política laboral, hicieron que se despejaran los fantasmas que pesaban sobre el PP sobre si iban a acabar con las pensiones, o a recortar los derechos laborales, recuerdan los colaborado­res de Aznar consultado­s, y eso hizo posible la mayoría absoluta del 2020.

Con el triunfo del PP, dice uno de los colaborado­res más estrechos de Aznar se consagró la alternativ­a de Gobierno, permitió mejorar la implantaci­ón del partido en todo el territorio español, y que se pudiera

Con el triunfo del 96, el PP pudo aspirar a todos los votos a la derecha del PSOE, dicen dirigentes de entonces

aspirar a todos los votos a la derecha del PSOE. Nada que ver con la actual situación que vive el PP, de la que los dirigentes de entonces prefieren no opinar. Solo Aznar sostiene desde hace ya varios años que él dejó un PP y un espacio electoral de centrodere­cha unido, que ahora está dividido en tres: el PP, Ciudadanos y Vox.

 ?? EFE / ARCHIVO ?? Aznar saluda desde el balcón de la sede de Génova, flanqueado por Rajoy, Álvarez-cascos, Botella y Rato, la noche del 3 de marzo de 1996
EFE / ARCHIVO Aznar saluda desde el balcón de la sede de Génova, flanqueado por Rajoy, Álvarez-cascos, Botella y Rato, la noche del 3 de marzo de 1996

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