La CUP liga su entrada en la Mesa a aislar a Vox y evitar el corsé del TC
La CUP no quiere precipitarse en su rol sobre la investidura, la formación del nuevo Govern y, especialmente, de la Mesa del Parlament. Sus órganos de decisión requieren tiempo, siempre dicen, aunque van dejando pistas por el camino. Como ayer, que después de su consejo político aseguraron que están dispuestos a dar un paso adelante en su participación institucional, eso sí, siempre que llegue de la mano de un acuerdo previo para fijar los cimientos de la legislatura.
En este sentido, los diputados electos Carles Riera y Eulàlia Reguant marcaron las condiciones de los anticapitalistas: transformación del modelo de orden público de los Mossos con moratoria en el uso de balas de foam, omisión de antidisturbios en los desahucios y que la Generalitat retire su acusación particular en causas contra movimientos sociales y activistas –en la línea de lo pactado el viernes con ERC, acuerdo al que ayer instaron a sumarse a Junts–, plan de rescate social tras las crisis y avance nítido hacia el ejercicio autodeterminación. “En función de cómo se avance en estos puntos el papel de la CUP será uno u otro”, resumió Reguant.
Si se cumple con lo que definen como un “giro de 180 grados” respecto a la última legislatura, “la CUP está dispuesta a asumir todas las responsabilidades que sean necesarias sin que la represión sea un límite”, añadió Riera. El foco lo ponen, sobre todo, en la Mesa del Parlament, ya que entienden que tendrá un “papel clave”. Riera, diputado desde el 2016, concretó esta relevancia del órgano rector de la Cámara catalana en dos apartados: “La aplicación de un pacto antifascista para que el Parlament no sea un espacio para los discursos del odio –en referencia a Vox–, y para garantizar que se puede debatir y votar sin las restricciones del Tribunal Constitucional”. “El Parlament debe aguantar y defender su actuación política pese a la represión que esto pueda conllevar”, agregó, pidiendo una respuesta más firme ante las advertencias y suspensiones del TC. Se ha especulado sobre la entrada por primera vez de la CUP en la Mesa, donde Junts y ERC podrían reservarle una plaza en detrimiento de Vox, cuarta fuerza, justo por delante de los anticapitalistas. Incluso sobre la presidencia, extremo remoto porque Junts defiende que le corresponde. En todo caso, la CUP quiso dejar claro que “nunca” participarán de un “intercambio de sillas” y que lo sustancial son los objetivos de la legislatura.