Las energéticas presentan más de 400 proyectos para los fondos de la UE
Las iniciativas pueden movilizar más de 60.000 millones en los próximos años
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, convocó dos cumbres empresariales con los primeros espadas de las empresas energéticas el pasado otoño, para explicarles que había que proponer proyectos de envergadura e innovadores al Gobierno para reactivar la economía y generar empleo optando a los fondos europeos. El primero de aquellos encuentros fue presidido por la propia Ribera, mientras que el segundo lo capitaneó la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen.
Los empresarios tomaron nota. Dicho y hecho: estos días, las empresas energéticas han presentado a los ministerios de Industria y Energía más de 400 proyectos, que podrían movilizar por encima de los 60.000 millones de euros de inversión pública y privada en los próximos años.
Llegarán más de 140.000 millones de euros a España entre este año y el 2027 del plan de recuperación europeo, de los cuales se recibirán 70.000 millones en transferencias directas antes de finales del 2023. A ello hay que sumar el resto de programas comunitarios –PAC, Feder (12.500 millones), React EU, Mecanismo SURE...–. “Esto puede hacer que el conjunto del plan de recuperación incremente el PIB un 2% en el 2021 si se despliegan las inversiones previstas”, comentó la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, esta semana en el Congreso. De hecho, en los presupuestos generales del Estado del 2021 se contempla adelantar 27.000 millones para inversiones públicas financiadas con los fondos europeos.
Algunas compañías han desvelado sus cifras en la presentación de los resultados esta semana. Enagás ha presentado 46 proyectos que movilizarían 5.000 millones. Endesa ha propuesto 110 iniciativas, que elevan las inversiones a 19.000 millones. Iberdrola ha presentado al Gobierno 150 propuestas, que moverían 21.000 millones. Y Naturgy ha diseñado un centenar de iniciativas, que supondrían movilizar unos 13.000 millones.
Otras empresas, como las petroleras Repsol y Cepsa o el operador del sistema eléctrico Red Eléctrica de España, se niegan a dar los datos concretos bajo el argumento de que los procesos siguen abiertos. En cualquier caso, estas tres compañías también han presentado proyectos al Gobierno enfocados a la transformación energética y la economía verde. Se trata de iniciativas, porque las propuestas definitivas habrá que relatarlas al Ministerio de Hacienda. De hecho, el pasado 16 de febrero, tras el Consejo de Ministros, se celebró la primera reunión de la Comisión para la Recuperación, Transformación y Resiliencia, en la que se aprobó la composición del comité técnico. Dicho organismo, compuesto por 20 profesionales de la administración pública, proporcionará soporte técnico a la comisión, realizará estudios e informes y aprobará manuales de procedimiento o modelos tipo de los pliegos de las licitaciones, las bases de las convocatorias de las subvenciones, entre otras actuaciones.
Algunos de los proyectos son muy innovadores. Repsol tiene previsto construir una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno renovable en Bilbao con algunos socios, entre los que figura Saudi Aramco. O edificar en su refinería de Cartagena la primera planta de producción de biocombustibles avanzados de España. Ambos proyectos, considera la compañía, son susceptibles de recibir fondos europeos al encajar con los ejes prioritarios marcados por Bruselas. Iberdrola ha propuesto crear un parque eólico marino en la costa española, por ejemplo, cuya inversión superaría los 1.000 millones de euros.
De nuevo para concretar, estos días los distintos ministerios están convocando encuentros virtuales para solicitar detalles de los proyectos, ver si se pueden formar consorcios y estudiar las diferentes posibilidades. El hidrógeno verde ha sido una de las iniciativas que más han triunfado.
Ahora, el Gobierno tiene que seleccionar y fijar el calendario para enviar las propuestas definitivas a Bruselas para que las analice.
La vicepresidenta Teresa Ribera convocó dos cumbres con los primeros espadas del sector de la energía