Una ‘Tosca’ de lujo
Intérpretes: Carmen Solís/maribel Ortega, Enrique Ferrer, Luis Cansino, Alejandro Baliñas, Pau Armengol, Joan Garcia Gom,. Quim Cornet, Fabian Reynolds, Susanna Garcia. Cor d’amics de l’òpera de Sabadell. Direcció: Daniel M.gil de Tejada. Orquestra Simfònica del
Vallès. Dirección: Sergi Roca. Dirección escénica: Carles Ortiz. Escenografia: Jordi Galobart. Llums:nani Valls
Lugar y fecha: Teatro La Faràndula de Sabadell, 24, 26 y 28/II/2021
ROGER ALIER
La que sin duda es la más perfecta y “operística” de las creaciones de Giacomo Puccini (libreto de
G.giacosa y L.illica, sobre el drama de V.sardou), tiene una larga historia, empezando por su estreno en Roma en el Teatro Costanzi, entonces teatro oficial de los Saboya, el 14 de enero de 1900. Era época de atentados anarquistas y se temía por la seguridad de los reyes: al director de orquesta, Leopoldo Mugnone, no le llegaba la camisa al cuerpo, porque había sido el director, en el Liceu de Barcelona, el día de la famosa bomba, en 1893, y tenía un trágico recuerdo. En Roma, le habían dicho que si se producía el temido atentado que parara la ópera y dirigiera el himno nacional italiano. Oyó ruido de sillas y estuvo a punto de hacerlo, pero no paró: era que llegaba la reina Margarita al palco real.
En Sabadell fue Tosca la que en 1982 inauguró la serie de funciones que han ido dando vida a la ópera en la ciudad, y que después la valerosa iniciativa de los Amigos de la Ópera que dirige Mirna Lacambra les ha llevado por toda Catalunya. Y pandemia o no, la valiente entidad ofrece ahora este título en producción de Ortiz y Galobart que, como las de los últimos años, resulta sencilla pero modélica y con vestuario de alta calidad.
Dos protagonistas: una el primer día, Carmen Solís, y otra en las funciones siguientes: la prestigiosa soprano de Jerez Maribel Ortega. Sería difícil decir cuál ha sido mejor, tanto por la calidad vocal como por la actuación dramática con un personaje que tiene que tener muchos matices, desde el enamoramiento hasta la vendetta que ejerce sobre su torturador el barón Scarpia, óptimamente cantado e interpretado por el barítono gallego Luis Cansino, que mostraba una refinada ironía y una lascivia que hoy día lo habría llevado rápidamente a ser destituido, pero que en la época era de lo más “normal”. Maribel Ortega obtuvo una ovación de primera después de su aria-estrella Vissi d'arte, y vale decir que en la segunda función el público –que el primer día quizá tenía cierto miedo a manifestarse– se soltó no solo por la actuación de Maribel, sino también por el refinamiento y la elegancia con que dirigió la orquesta el joven (33 años) y prometedor sabadellense Sergi Roca, formado en Alemania y ahora segundo Kapellmeister de la Ópera de Kiel. Sería injusto no mencionar también al tenor Enrique Ferrer, que hizo un Cavaradossi muy completo, con sus intensas arias, sobre todo la última, E lucevan le stelle. Adecuadamente “malo” y tortuoso el Spoletta de Joan Garcia Gomà, hábiles el Sagrestano de Pau Armengol, el Angelotti de Alejandro Baliñas y el Sciarrone de Quim Cornet. El coro funcionó con brillantez y el público salió más que contento del privilegio de poder asistir a la ópera a pesar de todo.