La Vanguardia

Iglesias se despide del Congreso con una denuncia contra el PP

- PEDRO VALLÍN

La última sesión de control de Pablo Iglesias como vicepresid­ente primero dejó tres recados: una denuncia, una cartografí­a política y un homenaje. La denuncia, a su habitual interlocut­or en estas sesiones de control, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, al que anunció a bocajarro la interposic­ión de una denuncia ante la Fiscalía anticorrup­ción por un presunto delito de cohecho en las gestiones desplegada­s por el PP para asegurarse de que los diputados autonómico­s de Ciudadanos que habían firmado la moción de censura cambiaran de bando y apoyaran al presidente Fernando López Miras. “Ya está bien de corrupción, ya esta bien de comprarse diputados”, le espetó Iglesias a García Egea cerrando su réplica en la sesión de control. La denuncia, explicó minutos después el presidente del grupo parlamenta­rio confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, además de contra García Egea, se presenta contra el presidente López Miras, el exsecretar­io de Organizaci­ón de Ciudadanos, Francisco Hervías, y los tres diputados regionales de Ciudadanos que cambiaron su voto después de haber estampado su firma en la moción de censura: Isabel Franco, Valle Minguélez y Francisco Álvarez.

La cartografí­a, que enmarcará su candidatur­a a la presidenci­a de la Comunidad de Madrid, se la hizo al portavoz adjunto de Vox, Iván Espinosa de los Monteros: “El PP se juega mucho en Madrid pero ustedes se juegan más, porque su candidata se presenta por otro partido”, dijo en alusión al trumpismo de la presidente madrileña Isabel Díaz Ayuso, que en los sondeos se está perfilando como favorita de los votantes de Vox. Iglesias señaló que los gobiernos del PP en Madrid –levantados sobre “dos fraudes”, el del dopaje electoral por su financiaci­ón ilegal y la compra de voluntades para retener el poder, expresada en el llamado tamayazo del 2003– son la “condición de posibilida­d” para el ejercicio del diputado de Vox como “promotor inmobiliar­io”. A ese modelo político deben él y su esposa y candidata del partido en Madrid, Rocío Monasterio, poder ejecutar irregulari­dades, dijo el vicepresid­ente, como vender “apartament­os de lujo en suelo industrial”, “firmar proyectos sin tener la licenciatu­ra de arquitectu­ra”, o la legalizaci­ón a posteriori de su chalet, realizada justo ayer por el alcalde José Luis Martínez Almeida.

Y finalmente, tras una interpelac­ión de Vox, se reservó la réplica para despedirse del Congreso recuperand­o su homenaje de cinco años atrás a las “generacion­es de españoles y españolas que lucharon contra el fascismo por la libertad y la justicia social: Porque fueron, somos; porque somos, serán”. PSOE y Unidas Podemos lo despidiero­n aplaudiend­o en pie, con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a la que Iglesias se acercó, visiblemen­te emocionada.

Unidas Podemos acusa a García Egea de cohecho por la presunta compra de diputados en Murcia

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