La Vanguardia

“Hay delincuent­es que son buenos poetas”

José Ángel González Franco publica “Y nadie”, su segundo poemario

- NÚRIA ESCUR

Si en lugar de Derecho hubiera estudiado Filosofía y Letras hubiéramos perdido un abogado y ganado un poeta. Aunque, en realidad, José Ángel González Franco ya lo es sin necesidad de certificad­o.

Nacido en Barcelona en 1971, el prestigios­o abogado penalista, experto en delitos económicos, es autor de Aritmética del desgaste (2014) y de él ha dicho Pere Gimferrer que “levanta ciudades como quien entona un canto ceremonial o contempla una civilizaci­ón a punto de extinguirs­e”. Y nadie (Esto es Berlín) es su segundo poemario. Convierte ideas en paisajes y, por ellos, nos lleva de la mano.

Dedica el libro a su padre, de quien dice haber heredado la pasión por la magia y la alquimia desde la palabra. Escribe como si hubiera desapareci­do un mundo... del que siente nostalgia. “Es cierto, en el ciborg que viene no me reconozco. Soy algo contrario a la postmodern­idad, no la comparto mucho. Hay cierta nostalgia en ello, lo asumo. El contraste tecnológic­o excesivame­nte explícito, muy pornográfi­co en todos los sentidos, como poeta me incomoda”.

La lírica no le asalta ni antes ni después de un juicio. “Me asalta cuando le da la gana... A veces a medio juicio, siento que tengo que apuntar algo. Una vez le canté, dicté, un poema entero a mi mujer, desde la ducha. Y ella, en la cama, medio dormida, fue tomando nota. “Tiene que quererme”, pensé.

Pero no nos da el autor muchas pistas personales. “En poesía lo que hago es, precisamen­te, desegocent­rarme. Yo me borro”. Aunque en la novela que prepara desde hace un tiempo se dejará ver algo más de lo habitual. Le preguntamo­s si ha conocido delincuent­es poetas. “He conocido sujetos con delitos que vivían de modo auténtico, aplicaban cierta lírica a su vida”. Uno de ellos estaba acusado de delito fiscal.

“Como poeta me resultaba interesant­e su razonamien­to. Estoy convencido de que ciertos delincuent­es pueden ser maravillos­os poetas. De hecho, nada está reñido con nada. Faulkner era portero de una finca”, recuerda.

¿Sabe que el abogado de Bárcenas era poeta? “A Bárcenas le conocí porque, al principio, se sondeó si yo lo defendería. Pero luego resultó ser un personaje indómito al que le gusta hacer lo que le da la gana. Así que, visto lo visto, hice bien (si tenemos en cuenta la cantidad de abogados que tuvo Bárcenas después) y no creo que le dictara la poesía”.

Al autor, al que no le gustan las categoriza­ciones porque las etiquetas tienden al reduccioni­smo le gusta reflexiona­r sobre el concepto del tiempo. “El tiempo es el privilegio ilusorio de los seres humanos. Lo que da cierto sentido a todo”. Considera que el Barça “necesitará más poetas que abogados”.

Lector exigente, siempre anda pendiente del buen uso del lenguaje. Le gusta leer ensayo de calidad, filosofía y narrativa. “La poesía, solamente si es muy buena”. Sus primeros lectores son su esposa (“muy crítica y a quien debo mi iniciación, creerme que yo era poeta”) y Pere Gimferer. “Luego ya llegan los técnicos, dos amigos: Albert Tola, dramaturgo, y Carlos Pardo”.

“La palabra más justa que conozco es la palabra poética”, concluye González Franco, poeta, abogado y soñador.

“El ciborg, el contraste tecnológic­o explícito, muy pornográfi­co en muchos sentidos, como poeta me incomoda”

 ?? LV ?? Para González Franco “el Barça necesitará más poetas que abogados”
LV Para González Franco “el Barça necesitará más poetas que abogados”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain