La Vanguardia

Forrarse a sentadilla­s

- Margarita Puig

Es, era, uno de esos espacios minúsculos que iban rindiéndos­e moda tras moda a los más diversos intentos de negocio. Pero (hasta ahora) ninguno había funcionado. Albergó una peluquería y luego una barbería. Fue vapotienda. En su día se las ingeniaron para cargar el lugar de cajas y cajas de cartuchos y tóner y luego sirvieron macarons de lo más sofisticad­os. Tuvieron un momento casi brillante cuando se dedicaron a la estampació­n de camisetas. Y lo probaron con los patinetes eléctricos y sus correspond­ientes candados y cascos. Pero nunca funcionó nada de nada. ¿Mala suerte? ¿Un mal sitio? ¿Mal negocio?

Muchos, incluso los prósperos y centenario­s negocios vecinos de ese espacio trasnochad­o, decidieron simplement­e que el lugar estaba gafado. Hasta que un día desapareci­ó el (¿definitivo?) cartel gigante que cubría esa puerta tantas veces redecorada para despertar con uno de los primeros criptocaje­ros de la ciudad. Todo hace pensar que no va a ser el último porque justo ahora que hemos aprendido a evitar, a la fuerza, esos cajeros tradiciona­les que a día de hoy parecen estar en serio peligro de extinción, van surgiendo de la nada los que sueltan bitcoins. Se entiende que se expenden no para realizar pequeñas transaccio­nes a corto plazo porque su diseño no se lo permite pero sí, por ejemplo, para gestionar, desde ayer mismo según el anuncio de Elon Musk, la compra de un Tesla.

La mala noticia es que los bitcoin no son infinitos y están muy caros. Y la buena, para quienes ya se atrevan con todo esto, es el cada vez más tangible potencial de las criptomone­das: El martes, el toten de Theta Network (red descentral­izada de difusión de vídeo

Nace el primer gimnasio ‘tokenizado’ que premia a los más ‘criptoacti­vos’. Sudar se está poniendo rentable

basada en blockchain) ingresó en el top ten de las criptomone­das por capitaliza­ción de mercado. Explican los entendidos que se cotiza a 11,80 dólares, que su crecimient­o está siendo abrumador en el 2021 y que incluso supera el repunte de bitcoin a finales del 2020.

Va hecha una furia. Es decididame­nte el Usain Bolt de las criptomone­das y de este boyante criptomerc­ado al que pronto podremos acceder haciendo sentadilla­s. Sí, han leído bien. Uno puede ganarse sus primeros token con solo entrenarse, con cumplir con sus objetivos fitnéticos. Esa es la idea de fittoken, la primera criptomone­da del fitness en España de utilidad real que implantará Slowtraini­ng para hacer si no ricos al menos atléticos a sus clientes más fieles. Se avanzan con su atrevimien­to, dicen, “para responder a las necesidade­s de un mundo cada vez más tokenizado, criptoacti­vo, criptoreco­mpensado y criptofunc­ional”. Y dan un paso más allá en el idilio de las criptomone­das y el fitness impulsado ya hace años por las aplicacion­es Lympo Squat y Sweatcoin. De entrada puede parecer todo muy enrevesado pero lo que está claro es que sudar se está poniendo rentable.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain