Las denuncias por botellones se disparan
Los avisos por incumplir restricciones fueron la nota disonante de un 2020 de caída del delito
Las juntas de seguridad sirven, entre otras muchas cosas, para recopilar las estadísticas cerradas del último año y compararlas con el anterior para determinar las tendencias en seguridad. A estas alturas ya sabemos todos que las cifras del 2020 no se pueden analizar frente a las del 2019 porque la pandemia le dio la vuelta a nuestras vidas y en materia delictiva el descenso ha sido generalizado, de un 41% en Barcelona. Pero rebuscando en los documentos repartidos ayer a los participantes en la Junta Local de Seguridad destaca un indicador que no solo ha subido sino que se ha disparado. Se trata de las llamadas que los barceloneses realizaron al 092 (ya inactivo) o al 112 para denunciar el consumo de alcohol y los botellones en la vía pública. Nada más y nada menos que 5.460 llamadas quejándose frente a las 920 del ejercicio anteto rior. Casi seis veces más.
La cifra tiene su respuesta en los operativos conjuntos que en las últimas semanas están realizando los Mossos d’esquadra y la Guardia Urbana en algunos puntos proclives a la reunión y al consumo de alcohol en la calle mientras perdura el cierre de los establecimientos de ocio. Los últimos fines de semana los policías se han hecho más que visibles en los alrededores del Macba, en el paseo del Born o en los búnkers del Carmel.
Es un tipo de infracción en auge y relacionado exclusivamente con el periodo excepcional de la pandemia sanitaria, con todo el ocio y buena parte de la cultura cerrada y el toque de queda a las diez de la noche desde hace muchos meses. Unas infracciones vinculadas a la covid que en los documentos de la Junta de Seguridad han contado con un apartado destacado y con la reflexión por parte de los mandos de la Guardia Urbana y de los Mossos de Barcelona sobre ese concepto de la nueva policía de la ciudad que se va arraigando a medida que crecen los servicios compartidos.
La Vanguardia ya avanzó en su edición de este miércoles el proyecpresentado ayer de la incorporación de guardias urbanos en el área de custodia e instrucción de atestados de los Mossos, en la comisaría de les Corts. La iniciativa, para la que solo falta elegir a una veintena de policías locales y enviarles al nuevo destino, implicará que todos los detenidos que hagan las patrullas de la Guardia Urbana no tendrán que pisar las dependencias policiales municipales. Se trasladarán directamente a Les Corts y allí un guardia urbano o un mosso, o el que esté de los dos con menos trabajo, redactará el atestado con el que el detenido será presentado en el juzgado de guardia.
Un paso de gigante en aras de esa colaboración de la que ayer se felicitaron cuantos responsables políticos y policiales tomaron la palabra en una reunión, larga e intensa en contenidos, y presidida por la alcaldesa Ada Colau y el conseller de Interior, Miquel Sàmper, con presencia de la delegada del Gobierno central en Catalunya, Teresa Cunillera.
La cita sirvió para que los Mossos oficialmente invitaran a la Guardia Urbana a ocupar un espacio en la oficina de denuncias que la policía inaugurará en dos semanas en la calle Aragó. Serán las nuevas dependencias a las que podrán acudir los vecinos del Eixample que llevan tiempo reclamando una comisaría más cercana que la de la plaza Espanya. La nueva oficina funcionará, además, con cita previa y contará con una presencia en horarios fijos de intérpretes de varios idiomas.
Esa oficina de denuncias con presencia de mossos y guardias urbanos, parecida a la que ya hay en el paseo Joan de Borbó de la Barcelo
MOSSOS Y GUARDIA URBANA La Junta de Seguridad Local confirma el propósito de reforzar la colaboración
AGILIZAR LAS DENUNCIAS Compromiso para mejorar la asistencia a las víctimas de la violencia machista