Enrique de Sussex llega a Londres solo para el funeral del duque de Edimburgo
El duque de Sussex llegó el domingo para asistir el próximo sábado al funeral de su abuelo
El príncipe Enrique se encuentra desde el domingo en el Reino Unido para asistir al funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo, que se celebrará el sábado en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor. En el mismo lugar donde se casó con Meghan Markle, será la primera vez que Enrique se reencuentre con su familia desde que hace algo más de un año renunció a sus obligaciones reales y se instaló con su esposa primero en Canadá y luego en Estados Unidos, concretamente en California. Allí concedieron hace unas semanas la entrevista a Oprah Winfrey que levantó tantas ampollas en el seno de la familia real británica.
Enrique ha viajado solo al Reino Unido, pues su esposa está embarazada y los médicos le han recomendado no hacer el viaje. La llegada del nieto de la reina casi una semana antes del funeral obedece a que el Reino Unido obliga a guardar cuarentena a los viajeros procedentes de Estados Unidos.
Según el diario The Sun, el duque de Sussex fue visto el domingo al mediodía en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, cuando bajaba de un avión de línea regular de British Airways, procedente de Los Ángeles, y se subió a un todoterreno que lo esperaba a pie de pista.
El mismo diario asegura que se ha alojado en el complejo del palacio de Kensignton, residencia de su hermano Guillermo. Concretamente en la pequeña casa de Nottingham Cottage, donde el príncipe vivió de soltero y también con Meghan, antes de casarse.
El viernes, nada más conocerse el el fallecimiento de Felipe de Edimburgo, a los 99 años, los duques de Sussex publicaron un comunicado en la web de su fundación Archewell.com: “En memoria de Su Alteza Real, el Duque de Edimburgo. Gracias por tu servicio… Se te va a echar mucho de menos”.
Y ayer, cuando Enrique ya se encontraba en Londres, emitieron uno más extenso en el que señalan que el duque de Edimburgo fue un hombre de “servicio, honor y gran sentido del humor” que será recordado en el mundo como el consorte que más ha durado en la historia de la monarquía, pues Isabel II es reina desde 1952. También destacaba que ha sido una “roca” para la monarca, hacia la que tuvo una “devoción incomparable” durante 73 años de matrimonio.
Pero apostilla que para Enrique era sobre todo su abuelo, “maestro de la barbacoa, leyenda de las bromas y pícaro hasta el final”. Tras señalar que el príncipe Felipe les diría a todos en este momento que sigan adelante, el duque de Sussex le agradece por su servicio, por su “dedicación a la abuela” y por ser siempre él mismo. Y finaliza asegurando que su mujer, su hijo Archie y la hija que va a nacer tendrán siempre al duque de Edimburgo en un “sitio especial” en sus corazones.
Su hermano, el príncipe Guillermo, también emitió ayer un comunicado: “Echaré de menos a mi abuelo, pero sé que lo que él quería es que siguiéramos adelante”. Y añadió lo afortunado que se siente por haberlo tenido como guía “y por haber contado con su presencia hasta que he sido un adulto, en los buenos tiempos y en los más duros”.
El duque de Cambridge se siente feliz de que Catalina dispusiera de “tantos años para poder conocer” al duque, así como por la “amabilidad que él le demostró”. Y continúa el comunicado: “Nunca apreciaré lo suficiente los recuerdos que tendrán mis hijos de su bisabuelo viniendo a recogerles en su carruaje y que pudieran comprobar su contagioso sentido de la aventura y descarado sentido del humor”, agregó.
Y concluye: “Mi abuelo fue un hombre extraordinario, parte de una extraordinaria generación. Catalina y yo continuaremos haciendo lo que él habría querido, y apoyando a la reina en los años venideros”.
Al funeral por Felipe de Edimburgo solo podrán asistir 30 personas. El primer ministro, Boris Johnson, ha decidido declinar su presencia para que en su lugar pueda ir un miembro de la familia real. Ayer, las dos cámaras del Parlamento británico –Comunes y Lores– rindieron tributo al duque de Edimburgo en una sesión extraordinaria por sus más de 70 años de servicio al Reino Unido.
El príncipe ha viajado sin Meghan, que está embarazada, y con tiempo para cumplir la cuarentena obligatoria