Sánchez en territorio Puigdemont
El pueblo de Amer, localidad natal del expresident, alberga la empresa Hipra, líder en investigación farmacéutica
Amer, el pueblo natal de Carles Puigdemont, recibió ayer con más indiferencia que bronca al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita a la multinacional farmacéutica Hipra que está desarrollando una vacuna contra la covid. Como ya hizo hace unos días el candidato a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, Pedro Sánchez visitó ayer las instalaciones de la farmacéutica acompañado por la ministra de Sanidad, Carolina Darias; el titular de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, y la consellera de Salut, Alba Vergés, para conocer de primera mano los avances de la multinacional en la investigación de la vacuna contra la covid.
Sánchez explicó que el proyecto “es uno de los más esperanzadores” para lograr un fármaco español este 2021 y revindicó la “unidad” para salir de la pandemia. “Es fundamental que la industria catalana y española sea capaz de dar nuestra propia respuesta a esta pandemia”, dijo durante su breve discurso tras visitar las instalaciones farmacéuticas. La compañía prevé iniciar ensayos clínicos en junio y producir 400 millones de dosis en el 2022.
Unas veinte personas se concentraron en las inmediaciones de la factoría para protestar por la presencia del político socialista, a quien recibieron con abucheos y estelades mientras se dirigía en el coche oficial a la empresa. Lo hicieron en medio de un amplio dispositivo policial, ya que el cordón que separaba a los concentrados de la carretera que conduce a la planta lo formaban
La compañía está trabajando en una vacuna contra la covid que prevé distribuir en el 2022
tantos agentes como manifestantes independentistas.
“Nunca antes me había sentido tan protegido”, bromeaba uno que sujetaba una cruz con la inscripción “Rip Democràcia Espanyola”. Entre los asistentes, un leonés de Villafranca del Bierzo que estos días había alquilado un apartamento en Amer para hacer inmersión lingüística. “Estoy aquí para aprender catalán y solidarizarme con la causa porque estoy convencido de que este pueblo tiene derecho a decidir y a determinar su futuro con libertad”, explicaba con un buen acento catalán Jesús Moral, envuelto en una estelada.
Ese pequeño reducto de manifestantes, entre los que también se contaban unas cuantas curiosas interesadas solo en ver al presidente Pedro Sánchez junto con algunas estelades colgadas a propósito en las últimas horas de balcones y farolas fue el único acto que señalaba la presencia de Pedro Sánchez en Amer. Un pueblo que cuenta en la plaza de la Vila, el lugar donde la familia Puigdemont tiene una pastelería, una enorme pancarta con el rostro del expresidente de la Generalitat y el lema: “No surrender” (no te rindas”).
Para algunos vecinos la presencia de Sánchez ayer no era plato de buen gusto, pero la gran mayoría vivieron con calma e indiferencia la visita a una empresa que emplea a 1.200 personas en su sede central, de los que un 80% residen en Girona. La mayoría en Amer conoce a alguien que trabaja en Hipra.