Urkullu cierra el traspaso de Prisiones y otras tres competencias
El 10 de mayo se reunirá la comisión en la que se hará efectivo el cambio de manos
El traspaso efectivo de Prisiones y otras tres competencias a Euskadi ya tiene fecha: el 10 de mayo. El lehendakari Iñigo Urkullu ha conseguido su objetivo de atar este avance en el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika antes de que el ruido generado por la campaña de las elecciones autonómicas en Madrid pudiese provocar un nuevo retraso. Las otras tres competencias que pasarán a manos del Gobierno vasco son Transporte por Carretera, la gestión del código bibliográfico ISSN y el traspaso del edificio del Distrito Marítimo de Ondarroa.
El acuerdo entre el Gobierno vasco y el Ejecutivo central se hizo público ayer por la tarde, después de que durante toda la semana ambas instituciones hayan negociado una fecha para reunir a la comisión mixta de Transferencias en la que se cerrarán los traspasos. De esta manera, Pedro Sánchez satisface el deseo, expresado por el lehendakari este martes, de avanzar de manera efectiva en el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika, sorteando posibles retrasos provocados por el debate político.
El calendario de transferencias pactado entre el Gobierno vasco y el Ejecutivo de Pedro Sánchez fijaba que en el mes de marzo se debía materializar el traspaso de 12 competencias recogidas en el Estatuto de Gernika. En segundo lugar, el próximo otoño se debería completar el traspaso de otras 17 y, finalmente, durante el primer semestre del 2022 se debería hincar el diente al traspaso de la Seguridad Social.
Por tanto, los cuatro traspasos que quedarán cerrados el 10 de mayo llegan con retraso, si bien el Gobierno vasco se da por satisfecho con el acuerdo. La nueva remesa de traspasos incluye la competencia de mayor calado de las 12 previstas para esta primavera: la gestión de Prisiones.
Frente al discurso del PP, que ha reiterado que el Ejecutivo de Urkullu pretende “convertir las cárceles vascas en resorts de lujo para etarras”, el Gobierno vasco se ha afanado en desvincular este traspaso del caso particular de los presos vinculados a ETA. De hecho, son menos del 5% de la población reclusa en la Comunidad Autónoma del País Vasco y la legislación penitenciaria seguirá correspondiendo al Gobierno español. Además, las decisiones que se adopten seguirán la supervisión de los jueces de vigilancia penitenciaria.
El traspaso, en todo caso, permitirá al lehendakari poner en marcha una política de resocialización diferente y, sobre todo, mostrar un paso más en su voluntad de ver completado el Estatuto, una reivindicación histórica y a día de hoy prioritaria.