MADRID DECIDE MÁS ALLÁ DE LA COMUNIDAD
El Gobierno rechaza que los resultados autonómicos sean “extrapolables a nada”
Es la primera vez que la Comunidad de Madrid celebra elecciones en solitario, en fecha diferente a la mayoría de autonómicas y municipales. Y la campaña ha sido especialmente crispada. El PP espera un magnífico resultado a costa de un descalabro de Ciudadanos y en la Moncloa ya empiezan a relativizar las consecuencias de este 4-M en la política española.
Sueño o milagro. Entre la esperanza que transmiten unos y el pesimismo que trasladan otros, todos en la Moncloa y en las direcciones del PSOE y del PSM aseguran cruzar los dedos ante la cita con las urnas madrileñas de hoy 4 de mayo. El propio Pedro Sánchez advierte que arrancar la presidencia de la Puerta del Sol al PP, después de 26 años de hegemonía de la derecha, es un sueño que se puede hacer realidad. Pero algunos socialistas asumen, no obstante, que poder conformar un ejecutivo de izquierdas en Madrid sería más bien un milagro. La suerte está echada y hoy las urnas tendrán la última palabra. O no.
“Opciones hay”, admiten en la Moncloa. Aunque sea una posibilidad entre cien. “Es difícil, pero posible”, aseguran. En la dirección del PSOE también hay dirigentes que exhiben un entusiasmo que choca con el realismo de otros. Así, hay quien advierte “claramente” de las opciones que existen de darle la vuelta a la tortilla para desalojar a Isabel Díaz Ayuso y que el candidato socialista, Ángel Gabilondo, pueda liderar un gabinete progresista en Madrid. “Con las horquillas que dan nuestras encuestas puede pasar cualquier cosa”, alegan.
En la dirección del Partido Socialista de Madrid, no obstante, hay quien rebaja expectativas: “Hay posibilidades, pero pocas”. Es complejo afinar más, cuando la diferencia entre los bloques de la derecha y la izquierda es cuestión de uno o dos escaños, como ya ocurrió en las elecciones del 2015 y del 2019.
En el Gobierno, en todo caso, rechazan que una posible reelección de Ayuso ponga en apuros el mandato de Sánchez, cuya hoja de ruta de legislatura ven garantizada por la vacunación masiva contra la covid y el plan de recuperación económica sustentado en los ingentes fondos europeos. Tampoco entienden que en Madrid se pueda fraguar la reunificación de todo el espacio del centroderecha que busca Pablo Casado para fijar rumbo a la Moncloa, tras el derrumbe de Ciudadanos, debido a la necesaria “complicidad” de la ultraderecha de Vox. “Los resultados de Madrid no serán extrapolables a nada”, zanjan.
“Nuestros datos apuntan a que hay opciones”, insisten en señalar, no obstante, dirigentes del PSM. Y es que los tracking electorales de los socialistas insisten en dejar una rendija abierta. “El sumatorio de PP y Vox no llega a 69”, subrayan. Cabría la opción, también, de que los bloques de la derecha y la izquierda alcanzaran hoy un insólito empate a 68 escaños, lo que no dejaría más alternativa que repetir las elecciones autonómicas. Un escenario, también contemplado en la Moncloa, que abocaría a una segunda vuelta de desempate y que apenas dejaría pendiente un año de legislatura en Madrid hasta los comicios del 2023.
Una de las claves para que el bloque de la izquierda logre la cota de los 69 escaños en la Asamblea sería la movilización del voto progresista incitada durante toda la campaña. Un voto que, territorialmente, se sitúa en el sur. Pero no solo en el gran sur industrial y obrero de la región y
¿UN ESCENARIO ABIERTO? “Con las horquillas que dan nuestras encuestas, puede pasar cualquier cosa”, avisan en el PSOE
HÁNDICAP PARA MOVILIZAR “Necesitamos que nuestra gente se mueva, a pesar de ser un día laborable”, confían
el corredor del Henares, que también, sino “en el sur de todos los distritos y de todos los municipios”. “En el norte también existe el sur”, explican los estrategas socialistas.
“En definitiva, necesitamos que nuestra gente se mueva, a pesar de ser un día laborable”, advierten. Otra dificultad añadida, reconocen, para lograr sus aspiraciones. Pese a todos los inconvenientes, nadie quiere tirar la toalla antes de tiempo: “El PP, desde luego, no lo tiene fácil”, insisten para desmontar la imagen de una Ayuso dispuesta a “arrasar” en las urnas. “Es posible”, suspira uno de los integrantes de la lista de Gabilondo. “Tengo buenas vibraciones”, añade otro. Las urnas, hoy, tienen la palabra.