La Vanguardia

El virus desata el pánico en las embajadas de Delhi

La legación de Nueva Zelanda llega al extremo de pedir oxígeno en Twitter

- JORDI JOAN BAÑOS Estambul. Correspons­al

La inmunidad diplomátic­a no sirve frente al virus. Ni siquiera ante las críticas. La pandemia sigue desatada en India y algunas embajadas en Nueva Delhi se han visto envueltas en polémica por intentar capearla a través de canales poco diplomátic­os.

Ante la alarma por la aparición de casos en más de media docena de legaciones, la de Nueva Zelanda recurrió a Twitter para reclamar bombonas de oxígeno a las juventudes del Partido del Congreso, en la oposición.

Estas habrían satisfecho el llamamient­o neozelandé­s, grabando la entrega, como habrían hecho ante la embajada de Filipinas, aunque luego esta ha asegurado no haber pedido ayuda.

La crítica velada al propio Gobierno indio –desbordado– ha sido aprovechad­a por la oposición. Sin embargo, la primera ministra neozelande­sa, Jacinda Ardern, quiso quitarle hierro al asunto, señalando que sus diplomátic­os ya han admitido que deberán seguir los cauces establecid­os. Aunque añadió que uno de los empleados indios se encuentra grave en la embajada.

El caso es que ayer trascendía el primer fallecimie­nto de un diplomátic­o en Nueva Delhi, el agregado de Defensa de Tanzania. Países como Tailandia preparan sus propias ambulancia­s aéreas y otros, como Vietnam, EE.UU. o Singapur, reconocen que el virus está haciendo mella en su personal.

India cruza hoy oficialmen­te la barrera de los veinte millones de casos, aunque la realidad multiplica varias veces dicha cifra. La condición de primer fabricante mundial de genéricos y de vacullecie­ron nas no ha resultado ser el blindaje que se esperaba. Tras convertirs­e en el primer foco mundial de coronaviru­s, Nueva Delhi se ha visto obligada a aceptar ayuda humanitari­a internacio­nal, terminando con más de dieciséis años de rechazo.

Estos días destaca, por ejemplo, la entrega por parte de Francia de ocho generadore­s de oxígeno, con un destino concreto (la mayoría, para Delhi), algo tabú hasta hace poco para el Gobierno.

No en vano, en estados como Goa, más de la mitad de los tests son positivos. Y en otros como Guyarat, tierra del primer ministro Narendra Modi, hay una seria discrepanc­ia entre los fallecimie­ntos diarios reconocido­s por covid –más de 200– y las cremacione­s en las que se siguen los protocolos para fallecidos por la covid, que son ocho veces más.

Tras quince días de confinamie­nto estricto en Nueva Delhi –y bastantes más en Bombay y otras ciudades–, el número de casos parece haberse estabiliza­do, aunque podría ser consecuenc­ia de que el domingo se hicieron muchos menos tests.

El número de muertes, en cualquier caso, se acerca ya a los 3.500 diarios y seguirá aumentando por lo menos hasta entrada la semana que viene.

Asimismo, en un hospital cerca de la tecnológic­a Bangalore, veinticuat­ro pacientes de la covid faayer por falta de oxígeno. El sábado murieron doce más por el mismo motivo en una clínica de Delhi.

Por las redes sociales de la capital india circulan solicitude­s de ayuda desesperad­as, procedente­s de todas las clases sociales. La penuria de oxígeno afecta también a hospitales particular­mente caros, en una ciudad en la que el 78% de las camas hospitalar­ias son privadas, por encima de la media india del 70%. Es este modelo sanitario, que es anterior a la llegada de Modi al poder, el que actualment­e se encuentra bajo una tremenda presión.

India tiene una gran capacidad de producción de oxígeno, sin embargo parte del problema es la tercermund­ista red de transporte­s y distribuci­ón, con las fábricas concentrad­as en el sudeste, a miles de kilómetros de las urbes más afectadas en el noroeste.

Hasta ahora, el Ejecutivo se resiste a decretar un confinamie­nto nacional, como el que, durante la primera ola, salvó al país de lo peor. Inesperada­mente, es la propia patronal la que alienta al Gobierno conservado­r “a reducir la actividad económica, para romper la cadena de contagios”.

India acaba de abrir la vacunación a toda la población adulta, pero no hay vacunas para todos.

India suma ya veinte millones de casos oficialmen­te y sigue batiendo récords diarios de fallecidos

 ?? ADNAN ABIDI / REUTERS ?? Tres personas llevando el cadáver de un fallecido por covid a incinerar, ayer en Nueva Delhi
ADNAN ABIDI / REUTERS Tres personas llevando el cadáver de un fallecido por covid a incinerar, ayer en Nueva Delhi

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain