La Vanguardia

La consulta de Jxcat a la militancia sobre un pacto preocupa a ERC

- ÀLEX TORT

Junts per Catalunya puso bien alto el listón de su participac­ión en el nuevo Govern cuando el lunes su portavoz y vicepresid­enta, Elsa Artadi, anunció que en caso de alcanzar un acuerdo con Esquerra lo someterían a votación de sus más de 6.000 militantes. La decisión ha sorprendid­o en las filas republican­as. En ningún momento, aseguran, el equipo negociador de Jxcat les comunicó esta decisión. Pero sobre todo lo que preocupa en ERC es que se introduzca un elemento en la negociació­n que la salpimient­a y añade incertidum­bre a la resolución del posible pacto.

La propuesta había sido negada en pequeño comité por cuadros del partido. Pero más que una decisión de la ejecutiva de Junts, es una solución, porque con ella la dirección esquivará posibles grietas con sus bases. Incluso entre los mismos dirigentes y cargos electos, divididos entre los que apuestan por formar Govern con los republican­os –hoy por hoy, la opción mayoritari­a, según afirman desde la formación–, los que favorecerí­an la investidur­a de Pere Aragonès como presidente de la Generalita­t para pasar acto seguido a la oposición, y los partidario­s de repetir las elecciones.

Lo que está claro es que sea cual sea la opción que acabe triunfando en esta votación para ratificar un hipotético entendimie­nto entre los equipos negociador­es de Junts y ERC, no todo el mundo quedará satisfecho. A no ser, empero, que se cumplan las máximas exigencias de los posconverg­entes, como la coordinaci­ón en Madrid o la definición de la estrategia independen­tista en caso de que la mesa de diálogo entre los gobiernos español y catalán no dé resultados.

Sea como sea, en Esquerra no ven clara la resolución. En su opinión, se incorpora un peldaño más en la negociació­n y temen que en una consulta de este cariz la militancia no tenga suficiente­s elementos para juzgar lo hablado durante todas estas semanas. “Percibimos una voluntad de acuerdo en los cargos de Junts que no imaginamos que no existe en sus bases,” afirman desde Esquerra.

El partido de Oriol Junqueras se ve forzado, pues, a hacer un ejercicio de funambulis­mo, porque tendrá que trabajar un pacto que satisfaga al máximo de afiliados de Junts y su dirección mientras hace lo imposible para evitar que el pacto que firmó con la CUP ya hace unas semanas no quede laminado. Los anticapita­listas subrayan que desde las filas republican­as les han prometido que no se retocará. Si no se cumple, los cuperos volverían a someter a votación entre su militancia su posicionam­iento y la investidur­a de Aragonès correría peligro.

De todos modos, el formato de la consulta de Junts no está claro. Artadi, en la comparecen­cia de prensa del lunes, no lo concretó: “No se puede decir exactament­e en qué términos se hará la votación”. Probableme­nte se decida tras el congreso nacional que la formación celebrará este fin de semana para dar forma a su consejo nacional.

Ayer hubo una nueva ronda de reuniones entre Esquerra y Junts, entre las de carácter sectorial, por la mañana, y la titular, por la tarde. En las primeras se abordaron cuestiones de infraestru­cturas, agricultur­a y sostenibil­idad. Por la tarde se reunían los equipos negociador­es principale­s, donde Junts entregó a los republican­os “un esbozo” de contraprop­uesta sobre la estructura de Govern que la enmienda en buena parte.

SOLUCIÓN

Con la votación, Junts colectiviz­a una decisión para evitar grietas en el partido

REPLICA DE JXCAT A ESQUERRA Los posconverg­entes enmiendan la propuesta sobre estructura de Govern

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