La justicia europea verá la cuestión de Llarena sobre las euroórdenes
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea admitió ayer a trámite la cuestión prejudicial planteada por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena para definir el alcance de las órdenes europeas de detención de los procesados declarados en rebeldía en la causa del procés. Ante el malestar en el TS sobre cómo Bélgica ha interpretado los convenios europeos para la entregada de los procesados por sedición, el instructor de la causa contra los líderes independentistas por el referéndum del 1-O movió ficha para que Europa determine si Bélgica se ha extralimitado a la hora de rechazar la entrega de uno de los exconsellers huidos de la justicia española, Lluís Puig. Existe el temor de que actúe de similar modo contra la entrega del expresidente catalán Carles Puigdemont, una vez que el Parlamento Europeo ha levantado su inmunidad y ya se puede reactivar el proceso de extradición para que sea juzgado por el Tribunal Supremo.
El TJUE comunicó su decisión de entrar en el fondo de la cuestión planteada por Llarena a las partes y a los demás interesados a los que se refiere el artículo 23 del Protocolo sobre el Estatuto del Tribunal de Justicia con el fin de recibir sus posibles observaciones.
Con las respuestas del TJUE, Llarena decidirá si mantiene, retira o emite nuevas euroórdenes respecto a Lluís Puig, Carles Puigdemont, Antoni Comín, Clara Ponsatí y Marta Rovira, contra quienes se sigue procedimiento por delitos de sedición, malversación de caudales públicos o desobediencia.
Tras la admisión a trámite, el presidente del Tribunal de Justicia acordó que el procedimiento se llevaba por la vía ordinaria y no por el trámite de urgencia, lo que alarga los plazos. Esto significa que podría no haber respuesta hasta dentro de más de un año.