La factura del asado
Laliga abre un expediente informativo a los blaugrana tras la comida en casa de Messi
Leo Messi convocó el lunes a todo el equipo del Barça en su domicilio de Castelldefels para almorzar. Si no fuese por la pandemia, este encuentro habría sido positivo entendido simplemente como un acto de conjura y de unión para afrontar las últimas jornadas ligueras con el equipo optando al título y como consecuencia, al doblete. También se habría hablado del buen rollo del vestuario y de cómo puede ayudar a terminar de convencer a Messi de que su futuro está en Barcelona. Sin embargo, la noticia fue otra. Y es que, aunque el propósito era bueno, el ágape ha levantado ampollas atendiendo a razones sanitarias ya que están prohibidos los encuentros en domicilios de más de seis personas de distintas burbujas de convivientes.
La comida tuvo sus consecuencias, empezando por Laliga, que decidió abrir un expediente de información reservada a los jugadores con el que se quiere comprobar si hubo vulneración del protocolo de Laliga. Según el dictamen de ese expediente informativo, el caso podría acabar con un expediente disciplinario si Laliga termina considerando que se rompió la burbuja y que por tanto no se siguieron las indicaciones a las que obliga la competición. Por su parte, la Generalitat, en su rueda de prensa informativa, también aseguró mediante la portavoz del Govern, Meritxell Budó, que “la agencia de salud pública estudiará el caso”, al tiempo que Pere Aragonès, vicepresidente en funciones de la Generalitat, solicitaba a “las personas relevantes y famosas que den ejemplo a la sociedad con sus comportamientos”.
Mientras, el FC Barcelona asegura que no tuvo responsabilidad alguna en la organización de la comida y que fue un tema estrictamente privado. La entidad considera que la reunión de los jugadores no supone un problema porque “los futbolistas son burbuja, pasan controles casi a diario y se puede considerar una comida de trabajo” organizada por el capitán leída en clave de futuro con la plantilla para poder afrontar las últimas cuatro jornadas con optimismo.
En cuanto a los detalles del almuerzo, se pudieron escuchar varias canciones que sonaban desde el jardín, como el mítico Follow the leader, pero lo que destacó fue el cántico de “Campeones, campeones”, ya que también celebraron el título copero. Futbolistas como Pjanic o Lenglet fueron directamente en taxi mientras que algunos como Sergi Roberto o Ronald Araújo llegaron conduciendo sus vehículos particulares y se fueron en los mismos pero con sus parejas al volante. Lenglet se fue a su casa acompañado por Griezmann en el coche del delantero mientras que Jordi Alba abandonó el recinto como copiloto. Al margen de los componentes del primer equipo fueron invitados también los habituales del filial: Òscar Mingueza, Iñaki Peña, Arnau Tenas, Ilaix Moriba y Konrad de la Fuente.
La comida blaugrana no es la primera que se organiza entre equipos de Laliga. En mayo del 2020, cuando aún no se había retomado la competición liguera pero con los equipos ya entrenándose, cuatro jugadores del Sevilla –Banega, Ocampos, Mudo Vázquez y De Jong– organizaron una comida a la que también acudieron las parejas. La mujer de Banega publicó las imágenes en redes sociales, los jugadores pidieron perdón y el Sevilla los apartó de los entrenamientos. Ayer, mientras se conocía la decisión de Laliga, Messi se encontraba comiendo con su mujer Antonela Roccuzzo en el Chiringuito Chalito, propiedad de Luis Suárez, ahora en el Atlético de Madrid, próximo rival del Barcelona.tras dos días de fiesta entretenidos el equipo vuelve hoy a los entrenamientos.
LA VISIÓN DEL BARCELONA
El club considera que la comida de los jugadores es de trabajo y que no es un problema al ser burbuja