La Vanguardia

Tres meses de desconcier­to

Esquerra y Junts agotan los días para desatascar los escollos que imposibili­tan el acuerdo y no repetir elecciones

- ÀLEX TORT

Tres meses hizo ayer que se celebraron las elecciones y Catalunya sigue sin hacer pasar por boxes su Govern para cambiarle las ruedas y que empiece a rodar en plenitud. Pere Aragonès confiaba en alcanzar enseguida un acuerdo tras superar a Junts el 14 de febrero y escuchar como Laura Borràs, entonces la presidenci­able de Jxcat, aseguraba al día siguiente que no tendría “ningún inconvenie­nte” en investirlo. Pero el republican­o abrió el baile de la negociació­n con la CUP y cuando luego quiso sacar a Junts a la pista se dio cuenta de que la pareja no estaba para historias y que, a partir de entonces, el ritmo y los pasos los marcaría ella.

En ERC hay quien llega a admitir que empezar las conversaci­ones por los cuperos no fue la mejor de las ideas. Teniendo en cuenta el carácter asambleari­o de la CUP, un mes para alcanzar el pacto bilateral se puede decir que fue diligente. Pero los republican­os creen que la división interna en Junts también ha contribuid­o en la prolongaci­ón de las conversaci­ones. Sergi Sabrià, unos de los negociador­es de Esquerra, relacionab­a esta cuestión con el hecho de que pocos días antes de tener que constituir­se la Mesa desconocie­ran aún “qué quiere Jxcat”.

Sucedió, por ejemplo, que hasta el 11 de marzo, el día antes de la fecha límite para constituir el órgano rector de la Cámara catalana, ERC y la CUP no supieron que Borràs sería la propuesta para la presidenci­a del Parlament. En todo caso, en Esquerra creen que Junts les está haciendo pasar por el aro. Unos y otros se culpan de llevar la negociació­n al límite de la repetición electoral. Los posconverg­entes acusan a los republican­os de romper cuando el pacto, dicen, ya estaba prácticame­nte hecho; los de Oriol Junqueras, en cambio, maldicen los tempos de Junts y que la situación no sería peligrosa si no hubiera tumbado los intentos de investidur­a de finales de marzo, “incumplien­do el compromiso por escrito”.

Pero que no haya presidente de la Generalita­t hasta ahora se explica mucho más por otras razones. Los motivos de disputa durante estos 89 días de conversaci­ones han sido muchos y para aburrir a la ciudadanía. Algunos de ellos: la coordinaci­ón en Madrid, cuál de los dos partidos gestiona los fondos europeos para afrontar los efectos de la pandemia, quién se hace con las conselleri­es de Economia y de Acció Exterior, fijar la estrategia independen­tista o dejarla para más adelante y si esta debe dirigirla el Consell per la República, la arquitectu­ra del Govern –Esquerra quiere 14 consejería­s y que no sean estancas; Juntos, 13 y un cambio de cromos–.

Hay que añadir otra cuestión: las áreas de comunicaci­ón del Govern. Los nombramien­tos en las direccione­s de TV3 y Catalunya Ràdio se deben realizar por concurso público, pero la composició­n del consejo de administra­ción depende aún de los partidos y tiene que ser pactada por dos tercios del Parlament. La secretaría de Difusió, hoy en manos de ERC y que se encarga, entre otros, de la publicidad institucio­nal, también es de lo más deseado.

ERC, Junts y la CUP resolviero­n el miércoles dejar fuera del pacto de Govern la estrategia independen­tista y el Consell per la República. Aragonès no quería “tutelas”, los posconverg­entes niegan que las hubiera. Este factor es el que hizo que ERC decidiera el 8 de mayo abandonar la negociació­n para la coalición para tratar únicamente la investidur­a y un Govern en solitario.

Este es ahora el obstáculo. De nueva creación, como lo será seguro el reparto de las conselleri­es. A once días del límite, ERC y Junts se escudriñan y han entrado en una tensa fase de espera de quién da el primer paso para pedir cita y resolver la investidur­a y la formación de Govern. Jxcat espera que a cambio de retroceder y admitir que se deje la estrategia independen­tista fuera del pacto de Govern, ERC se avenga de nuevo a la coalición. Los republican­os, sin embargo, tras su determinac­ión de ir en solitario, creen que ahora es necesario algo más.

Catalunya está al borde de otras elecciones si la opción más probable de pacto, el de Erc–junts, no fructifica antes del 26 de mayo.

Jxcat espera que ERC se avenga de nuevo a la coalición tras apartar del pacto la estrategia independen­tista

 ?? QUIQUE GARCIA / EFE ?? Laura Borràs, Roger Torrent y Pere Aragonès coincidier­on este miércoles en un acto de Òmnium Cultural
QUIQUE GARCIA / EFE Laura Borràs, Roger Torrent y Pere Aragonès coincidier­on este miércoles en un acto de Òmnium Cultural

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain