EL OCIO Y LA CULTURA RENACEN
Port Aventura reabre y los museos se llenan con la desescalada
El primer fin de semana tras el fin del estado de alarma llenó Port Aventura y la Nit dels Museus fue un éxito.
Port Aventura World pudo abrir ayer por fin sus puertas, después de doscientos días de cierre obligado por la pandemia, con las ganas locas de cerca de 4.000 visitantes –el aforo está limitado por ahora al 30%– y el optimismo de la dirección del resort. En este arranque excepcional, dos semanas después del final del estado de alarma, los clientes son más jóvenes que nunca, el 35% del total, la gran mayoría del mercado catalán y del conjunto de España, con un 6% de franceses, el único turista extranjero que ya se está volviendo a mover por la Costa Daurada.
La ilusión por recuperar la normalidad de buena parte del público se ha plasmado en un incremento del 30% de las reservas del mercado español, si se comparan las cifras con la misma semana de mayo del 2019, antes de la aparición de la covid. “Vemos una temporada positiva, las reservas han crecido y eso es una muy buena noticia para Port Aventura y todo el turismo en general”, destacó ayer David García, director general de negocios.
“Hemos venido de Valladolid, tenemos un puente de tres días. Teníamos muchas ganas, vinimos en verano y nos lo pasamos genial. ¿La mascarilla? Te acabas acostumbrando”, explicó Anna, de 27 años, junto a cuatro amigos. Como ellos, este primer fin de semana pasarán por Port Aventura entre 5.000 y 8.000 visitantes.
Todas las atracciones están ya abiertas. La restauración está al 60%, para adaptarse al menor volumen de demanda provocada por la reducción del aforo, potenciando los espacios para comer al aire libre. Cuando el resort estaba a pleno rendimiento, antes del coronavirus, en un solo día de agosto podían pasar más de 35.000 personas.
Si el ritmo de vacunación cumple con lo previsto por el Gobierno central, con el 70% de la población protegida este verano, el parque confía en poder trabajar sin más limitaciones que la mascarilla, la distancia de seguridad y la higiene. “Esperamos que en verano podamos liberar el 100% del aforo, la demanda está ahí”, añadió García.
La puesta en marcha del gigante turístico de la Costa Daurada ha permitido poner a trabajar el 90% de los 1.500 trabajadores de su plantilla. Los empleados han pasado el último año y medio entre expedientes de regulación de empleo. El parque cerró el 16 de octubre, el abrupto final de la temporada del 25.º aniversario, después de solo tres meses de actividad, entre el desconfinamiento (julio) y la segunda oleada de otoño del coronavirus.
“Nos moríamos de ganas por volver a venir, habíamos anulado dos veces la entrada. Hoy nos lo pasaremos bomba, se ha hecho muy largo”. El sentimiento de Marta, Josep y sus dos hijos, de l’hospitalet de Llobregat, lo comparten muchos de los visitantes. Miradas de complicidad, entre mascarillas. La mayoría del público cumplió en el reestreno con las normas de seguridad, con algunas excepciones básicamente en forma de mascarillas a medio bajar.
Port Aventura, que ha invertido 20 millones de euros esta temporada en mejorar sus instalaciones y cinco más en medidas de seguridad sanitaria, trabaja con un escenario optimista para verano, cuando prevé llegar al 60%-70% de las reservas que tenía en un año normal. Si la crisis sanitaria no se tuerce, para la campaña de Halloween, en otoño, el parque asegura que estará ya en las mismas cifras de ocupación que en el 2019, su mejor temporada de la historia. Entonces cerró el curso con más de cinco millones de visitantes, cifras por ahora inalcanzables.
Una de las grandes incógnitas es ver qué sucede con el turismo británico, uno de los buenos clientes de Port Aventura y de toda la Costa Daurada. La calificación que acabe recibiendo España por parte del Gobierno británico, en función de la evolución de la crisis sanitaria, determinará en buena medida el regreso de los ingleses.
La reapertura de Port Aventura World, con cuatro de sus seis hoteles abiertos, está contribuyendo a animar las reservas en el resto de establecimientos turísticos de la zona, aunque en la Costa Daurada el 85% de los hoteles sigue cerrado. El efecto se nota sobre todo durante los fines de semana. “Entre semana, sin el turismo extranjero, el negocio hotelero se queda bajo mínimos”, explica Xavier Guardià, portavoz de la Federació Empresarial d’hostaleria i Turisme de Tarragona. Si la evolución de la pandemia sigue siendo buena, en junio ya se espera que estén abiertos el 30% de los hoteles y en julio, con la llegada del turismo extranjero, se supere el 70%. El Dragon Khan de la pandemia parece que va de bajada.
En verano el ‘resort’ prevé estar al 70% de ocupación de antes de la pandemia y en otoño en cifras ya normales