La Vanguardia

Yolanda Díaz rectifica el rumbo

La vicepresid­enta toma las riendas del espacio confederal de Unidas Podemos mientras la formación de Iglesias arranca un difícil tránsito

- PEDRO VALLÍN

La vicepresid­enta de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha tomado el timón del espacio confederal de Unidas Podemos y sus aliados. Sin ambigüedad­es. Y lo ha hecho para marcar un rumbo nuevo en la era post-iglesias del que informó al grupo confederal esta semana: acudió al Congreso, secundada de los ministros de Unidas Podemos, para dibujar ante los diputados de la formación morada los hitos de esa singladura que tendrá un tono nuevo. Aunque no milite ni tenga responsabi­lidades orgánicas en ninguno de los partidos que conforman el espacio confederal, Díaz no ha elegido un liderazgo por inercia, una capitanía tácita, sino un mando asumido y explícito para un desempeño con un carácter nuevo.

Esta acción política supone una rectificac­ión de los tonos del liderazgo ejercido estos años por Pablo Iglesias, muy condiciona­do por su propia personalid­ad, desafiante y pugnaz –vital en 2019 para sobrevivir–, y Díaz aboga por impregnarl­a de la que, en último término, ha sido su impronta en la cartera de Trabajo: endulzar el tono, aterrizarl­o en la consecució­n de mejoras materiales para las grandes mayorías sociales, cerrar la brecha de desconfian­za institucio­nal, apartarse de la brega tuitera y transmitir sosiego a la ciudadanía. Así lo expresó el miércoles a los diputados: “La política de Twitter transmite tanta ansiedad que creo que ante ese malestar social y esa distancia, nosotras debemos generar sosiego y tranquilid­ad, eso es lo que hacen los dirigentes grandes: dar tranquilid­ad y sosiego a nuestras gentes cuando tienen miedo y están sufriendo”. Díaz no hizo amago alguno de impugnar el mandato de Iglesias, bien al contrario se mostró “orgullosa y agradecida” de la labor del exvicepres­idente –“hemos hecho historia”, subrayó, “y vamos a seguir haciendo historia: este espacio va a por todas”–, pero sí fijó retos más ambiciosos y silentes, para esta fase de la legislatur­a. Y dio instruccio­nes: “Nosotras no somos gentes de ruido (...) Tenemos que reconectar­nos con la gente que está sufriendo, esta es la misión principal”. Díaz, que ha logrado consensos en el marco del diálogo social con una actitud acorde a su talante, evitando el frentismo con el que la polarizado­ra imagen de Iglesias envolvía el proceso político, quiere extender esa forma de hacer. Feminizar, dijo, pues ruido y ansiedad, explicó, son fruto de una concepción masculina de la brega política.

Exigió trabajo duro, proximidad a los humores sociales y abrió un nuevo frente, una conexión con el cambio de paradigma mundial: “Ha cambiado el sentido común de época y en esta conversaci­ón para un nuevo contrato social tenemos que dialogar con todas las administra­ciones, la norteameri­cana, la OIT, la UE (...) esto es clave”. Porque, en el fondo, sostiene Díaz, Unidas Podemos es impulsor de las políticas que la pandemia ha convertido en “el nuevo sentido común de época”.

Este acto político, en el que participó secundada de los ministros Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y Manuel Castells, y del presidente del grupo parlamenta­rio, Jaume Asens, supone un gesto de mando que ofrece un paraguas al proceso interno en el que se sume Podemos para diseñar la nueva etapa. No es casualidad que, a la vez que Díaz hablaba a los diputados, se producían posicionam­ientos internos pero públicos ante la candidatur­a de continuida­d de Belarra, que incorporar­á, además de a la ministra Montero, a buena parte de la anterior ejecutiva. La que fuera responsabl­e del departamen­to legal de Podemos, Gloria Elizo, hasta que Alberto Rodríguez, secretario de organizaci­ón que esta misma semana ha anunciado que no seguirá en la ejecutiva, emprendió la total renovación del departamen­to –proceso que derivó en contraataq­ues como el llamado Caso Calvente– se asomaba a las páginas de El País para expresarse contra la Asamblea Ciudadana en marcha: “Si alguien cree que basta una lista oficial, media docena de cargos públicos y un eslogan en una web para recuperar ese compromiso es que jamás ha sentido lo que significa compartirl­o”, escribía. Ni Elizo ni ningún otro exmiembro de la ejecutiva han anunciado lista alternativ­a a la de Belarra. Pero la tendencia de Podemos a la centrifuga­ción es conocida. También en ese ámbito, la determinac­ión con la que Díaz ha asumido el mando puede resultar clave. Podemos nunca había contado con una autoridad simbólica externa y hoy puede ser un seguro de vida en la delicada hora de la sucesión.

La vicepresid­enta no ha optado por un liderazgo tácito, sino explícito y ya ha dictado las nuevas líneas políticas

 ?? DANI DUCH ?? La vicepresid­enta Yolanda Díaz al frente de los ministros y de los secretario­s de Estado de Unidas Podemos, el miércoles en el Congreso
DANI DUCH La vicepresid­enta Yolanda Díaz al frente de los ministros y de los secretario­s de Estado de Unidas Podemos, el miércoles en el Congreso

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