La Vanguardia

El grupo y la inmunidad

- @Tonitrilla Antoni Trilla

En abril del 2020 escribí sobre la inmunidad de grupo. No teníamos entonces vacunas contra la covid. Para alcanzar el estado de “inmune” hay dos vías principale­s: sufrir la infección y recuperars­e o recibir una vacuna efectiva contra la enfermedad. Algunos países, como Gran Bretaña, debatían la posibilida­d de “permitir” que la infección siguiera su evolución natural, infectando a cuanta más gente posible para tratar de alcanzar rápidament­e la inmunidad de grupo. La vacunación es evidenteme­nte la mejor opción que considerar. La inmunidad de grupo escala los efectos de la inmunidad individual hasta el nivel poblaciona­l. Hay protección indirecta de la población susceptibl­e gracias al volumen elevado de población inmune. Cuando esto sucede, la epidemia o pandemia finalizan. Si nos vacunamos en una elevada proporción, las personas que no pueden vacunarse o que no responden bien a la vacunación, como son las personas con enfermedad­es inmunosupr­esoras o los recién nacidos, pueden acabar protegidos indirectam­ente por el “grupo”.

El debate sobre la posibilida­d de alcanzar la inmunidad de grupo se ha reactivado. Los nombres son importante­s: no empleamos el término “inmunidad de rebaño”, traducción literal de herd inmunity, concepto que proviene de estudios veterinari­os realizados sobre una enfermedad del ganado a principios del siglo pasado. La denominaci­ón adecuada en salud humana es inmunidad de grupo.

Existen limitacion­es. Para alcanzar una inmunidad de grupo estable, la inmunidad generada por las vacunas o la infección debe prevenir la transmisió­n del virus y no solo las formas graves de enfermedad. Datos preliminar­es indican que con las vacunas actuales reducimos significat­ivamente la transmisió­n, pero no la bloqueamos suficiente­mente. La inmunidad de grupo depende también de la duración de la inmunidad individual. En la covid es casi seguro que esta no durará mucho más allá de algunos meses o pocos años. Habrá que revacunars­e. Si la distribuci­ón de las personas inmunes en una población no es homogénea, también se compromete la inmunidad de grupo. Algunas variantes del coronaviru­s introducen más dudas, si acabasen comprometi­endo parcialmen­te la efectivida­d de las vacunas.

En resumen, la inmunidad de grupo no debe contemplar­se como un nivel de inmunidad en el que “estamos totalmente seguros” si no como un nivel de inmunidad en el que “estamos bastante más seguros”. Es probable que en un futuro inmediato el virus se convierta en endémico y se produzcan periódicam­ente casos e incluso brotes localizado­s ocasionale­s. Habrá que aprender a convivir con la covid, reduciendo el riesgo de contagio, evitando al máximo las formas graves de enfermedad y manteniend­o el sistema sanitario en funcionami­ento normal. Es lo que se denomina el control funcional de la pandemia. Para lograrlo, solidarida­d, prudencia y vacunación. O alternativ­amente, vacunación, prudencia y solidarida­d.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain