La Vanguardia

Luz y arte

- JORGE DE PERSIA

Hathor Consort

Intérprete­s: Sophie Gent y Alba Roca, violines; Romina Lischka, viola da gamba y dirección; Daniel Zapico, tiorba y guitarra barroca; Maude Gratton, clavecín y órgano, y Hana Blaziková soprano Lugar y fecha: Festival Llums d’antiga. Capilla de Santa Àgata (12/ V/2021)

Los estudios inspirados por el mundo femenino en el arte están descubrien­do islas de conocimien­to hasta hace poco tiempo inexistent­es en las historias de la música. Ponen luz a obras muy bellas y abren camino a nuevas vías de interpreta­ción en la historia del arte. Y en este precioso concierto por el Hathor Consort (en este caso distante de su original sintonía con el consort: grupo de violas da gamba) y constituid­o ahora por los instrument­os arriba mencionado­s, todos de una alta calidad, se interpreta­ron obras en su mayoría de compositor­as que trabajaron en el siglo XVII en cortes y conventos de Italia. Entonces, distintas formas de vincularse a la música determinab­an el rango y arte de cada músico. Y la importanci­a de la mujer en el arte del renacimien­to y primer barroco fue notorio. Tintoretto llevaba a su hija Marietta Robusti a su taller en Venecia desde pequeña, pero vestida varón. Allí aprendió a pintar y también música, ya que el propio Jacopo Robusti la practicaba, como muchos pintores de su tiempo, y sustentaba el concepto de armonía. Y su hija la Tintoretta fue reconocida como tal.

La presencia de un hecho musical en un cuadro de entonces puede llevar a diferentes interpreta­ciones, como es el caso de Vermeer, que pinta un clavecín y hace de ello un alegato político-religioso. No es lugar para estas digresione­s, sólo señalar la variedad de significad­os que tiene en los siglos XVI-XVII lo que hoy entendemos como música. Este programa nos dejó música vocal muy bella de la monteverdi­ana Francesca Caccini, de Claudia Sessa, en la misma línea, o de la más conocida Barbara Strozzi, consagrada en su mundo veneciano de los primeros tiempos de la ópera, y de Bianca Maria Media su sorprenden­te –aunque también conventual– Cari musici. Una bienvenida al silencio mientras en Laietana rugían las motos. ¿Por qué no cuidan el ruido en esta ciudad? En lo meramente instrument­al dos bellas Sonatas de Isabella Leonarda, monja con tareas musicales de alta calidad. Músicas que denotan su funcionali­dad y excelente factura. Tres piezas de músicos profesiona­les de entonces marcaron su altura técnica: Frescobald­i, Kapsberger y el fantástico conquense Bartolomé de Selma que permitiero­n lucimiento a los solistas, excelentes violín, tiorba, viola da gamba y clavecín. En la voz, momentos muy sensibles aunque a veces una emisión más de ópera pero de alta calidad, la soprano Blaziková. Luz en esta época sombría.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain